Gastón Zilberman: “Espero que mis fotos en Ucrania sirvan para despertar conciencias”

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POR CLAUDIO AVRUJ. DIRECTOR DE OPTIMISM

Su cámara no sólo retrata momentos o situaciones, sino que busca transmitir un mensaje.

La vida de Gastón Zilberman dio un vuelco cuando fue convocado por la ONG Cadena para documentar lo que sucede en Ucrania y la ayuda humanitaria que brindan.

Con 21 años no esquivó el desafío y en esta charla con Optimism cuenta cómo surgió la posibilidad de viajar a territorio asotado por la guerra, su inquietud humanitaria y lo que busca reflejar a través de su lente.

Gastón Zilberman -izquierda- junto a Yosi, voluntario de la ONG Cadena

– Se cumple en estos días un año del inicio de la invasión a Ucrania y vos tuviste la oportunidad de estar allí.

Así es, yo estuve allí en la frontera entre Polonia y Ucrania entre el 21 de marzo y el 9 de abril de 2022, al mes de comenzada la guerra, específicamente en el puesto fronterizo de Medyka. Fui convocado por la ONG Cadena, para dejar registro del trabajo humanitario gigantesco que se estaba llevando allí. Una tarea ejemplar que contó con un centro de contención para niños, bodegas para suministros y sala de primeros auxilios para asistir a las personas que lograban atravesar la frontera. Y mucho compromiso y sensibilidad, ante todo.

– ¿Qué nos podés transmitir más allá de lo que tus fotografías nos dicen?

Yo busco que mis imágenes provoquen la reflexión, que ayuden a tomar conciencia, despierten interés, que posibiliten salir de la indiferencia y la apatía. Es como decis vos, las fotos hablan sin duda.

Lo que yo puedo decir, además, es que vi mucho, fui testigo de la angustia de las familias al separarse cuando llegaban a la frontera. Recordemos que sólo las mujeres y los niños pueden irse de Ucrania, los varones de 18 a 60 deben permanecer allí. Vi el desgarro que produce el desplazamiento, la angustia ante la incertidumbre, el no saber cuándo se reencontrarán, ni cómo, ni dónde. Vi la tragedia de la guerra en todos ellos y fui testigo del gigantesco trabajo solidario de miles de personas anónimas involucradas en ayudar. En hacer el bien.

Tengo y siento mucho orgullo de ser elegido para formar parte de un proyecto humanitario de esta envergadura y ser convocado por una organización de la calidad como Cadena.

Contanos de Cadena y su tarea que sabemos es enorme y trascendente.

Sin dudas. Es una organización internacional nacida en el seno de la comunidad judía de México con un enorme compromiso humanitario que asiste ante desastres naturales y crisis humanitarias. Hoy mismo está presente en Turquía colaborando con las víctimas del terremoto.

Yo, como fotógrafo, hace 3 años que trabajo con ellos en lo que es “fotografía humanitaria” y tengo un doble rol como profesional y voluntario. Siendo más preciso: mi tarea es dejar registro audiovisual de las campañas que se llevan a cabo. Con ellos estuve en el Impenetrable en el Chaco tras las inundaciones, en la Patagonia luego de los incendios de 2021, en Santiago del Estero tras las sequias y en distintos lugares de la Provincia de Buenos Aires. Luego pasé a trabajar también a nivel internacional en campañas en Colombia y México y finalmente desarrollé mi tarea en la zona de conflicto lo que fue un enorme aprendizaje y salto cualitativo en mi carrera.

¿Qué es lo que más te impactó, aquello que en tu interior más profundo te hizo vibrar y quizás repensar algunas dimensiones?

Son muchas las cosas que me ocurrieron, que pensé, sentí y experimenté. El primer impacto emocional fue el llamado convocándome a viajar. Imagínate, yo estaba en Buenos Aires con mi rutina, mi trabajo y mis amigos. Fue inesperado y por ende muy fuerte por lo que se me presentaba en mi vida. Luego recuerdo que ya en el avión leí un libro magnifico “La insoportable levedad del ser”, de Milan Kundera, y que hablaba precisamente de una invasión, de la Unión Soviética a República Checa, y ello me llevó a pensar en mi vida: que soy judío, descendiente de familias que escaparon hace casi cien años de Rusia, Ucrania y Polonia, y ahora, luego de tanto tiempo, estoy yo yendo a esos lugares en un proyecto humanitario en un escenario tan similar. Eso me movilizó y me hizo reflexionar en cómo es posible que con todos los avances que el mundo, lo que la tecnología supuestamente nos ha hecho progresar sin embargo seguimos en la misma, que la tragedia de la guerra otra vez se imponga en nuestras vidas. Y junto con esas sensaciones y sentimientos reconocerme de ser elegido para sumar mi granito de arena desde mi lugar. Transmitir desde la imagen, provocar a reflexionar sobre la crueldad de la guerra y sus consecuencias. Inolvidable.

 – ¿Siempre te dedicaste a este trabajo testimonial, involucrado con el derecho humanitario desde la fotografía, o es nuevo en vos?

Sí, desde pequeño que colaboro con trabajo comunitario y solidario. Ya en la secundaria siempre me sumé con mi cámara en acciones comunitarias, proyectos sociales y humanitarios. Después de la pandemia empecé a profesionalizar mi vocación e ingresé en Cadena. Mi primera misión fue a Chaco y desde allí fui avanzando, también colaborando con otras ONG, tratando siempre de plasmar un impacto positivo socio ambiental, aunque al ser hoy freelance incursiono también en otras áreas que me posibilita la fotografía y las imágenes en video, tanto institucionales como corporativos. Mi mente esta puesta en este tipo de trabajo.

 – ¿Cómo pensás continuar tu carrera de fotógrafo?

Ahora estoy estudiando diseño y pienso seguir como fotógrafo enfocándome en proyectos de impacto socio ambientales fundamentalmente, en proyectos humanitarios. Como te dije anteriormente, mi intención es ayudar a generar compromiso con los problemas que nos aquejan. En las situaciones que se nos presentan yo busco aportar para que la humanidad tenga mayor conciencia y sensibilidad. Así logré vender una fotografía al National Geographic lo que me da mucha satisfacción personal pues yo trato con mis fotos que ante situaciones específicas que necesitan de respuestas, crisis humanitarias y/o desastres naturales, la gente no sea indiferente. En esa dirección me proyecto.

¿Qué reflexión nos podés dejar de tu experiencia, de lo que viste y viviste?

Muchas veces me preguntan porque voy a ayudar ucranianos, y me respuesta es siempre que no voy a eso, que para mí no hay ucranianos, rusos, turcos, argentinos. En este tipo de crisis somos todos personas y debemos entender la importancia de brindar ayuda a un semejante.

Hoy hablamos de esta experiencia que me tocó a mí como a tantos otros, pero no hace falta irse tan lejos. Cada uno puede encontrar las pequeñas acciones también en su día a día, puede cambiar el mundo de otros mucho más cerca de uno. No perder de foco que todos nos cruzamos permanentemente con las posibilidades de ayudar y hacer cambios positivos en nuestro entorno, pero no siempre tomamos la decisión de hacerlo. Esa disposición debemos ponerla en juego sobre todo cuando estamos en posiciones de privilegio para generar un cambio en el otro.

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