Felicitas: la historia de la nena que sueña con conocer a Messi y ser jugadora profesional

Historias para contar Slider

Tiene ocho años y pese a su corta edad ya sabe que quiere ser futbolista. Conocé su pequeña historia.

Felicitas Flores Mussi, de La Plata al mundo.

Hija de María Victoria Mussi y Maximiliano Flores, hermana menor de Federico. No hay mejor descripción que esa para ella: Felicitas Flores Mussi. Feli, como le dicen sus papás, tiene tan solo ocho años y desde los dos que juega a la pelota, sueña con ser futbolista y poder conocer a un tal Lionel Andrés Messi, al cual le dedicó su último video que se volvió viral en apenas unas horas.

“Todos los días tengo un zoom del colegio, me llevo mejor con los libros que con la pelota”, soltó ella pero rápidamente Maxi, su papá, la miró y le dijo “¡No mientas!”. Así, y bajo ciertas miradas de complicidad, los cuatro integrantes de la flia comenzaron a reírse a carcajadas.

Una familia unida por la misma pasión: el fútbol.

“Descubrí el fútbol porque vi a mi hermano jugarlo. Cada vez que lo iba a ver quería meterme a la cancha y jugar”, dijo Feli un poco tímida mientras amagaba a esconderse detrás de la espalda de Fede, con quien se lleva dos años y nueve meses de diferencia, y aunque tengan las típicas peleas consanguíneas, tienen una gran relación.

La primera vez que Feli vio jugar a su hermano tenía apenas meses, probablemente ni se acuerde de aquel partido pero en ese momento ella sintió algo diferente. Su corazón empezó a latir más rápido y, casi sin saberlo, se dio cuenta que estaba en el lugar donde siempre quiso estar: en una cancha de fútbol.

Es innegable que pese a toda la evolución del fútbol femenino que hubo en los últimos años a nivel mundial, todavía sigue siendo muy difícil acceder al mundo de la redonda para las mujeres, sobre todo para las más pequeñas. Ya sea porque no hay tantas opciones en cuanto a clubes o simplemente porque a sus padres no les gusta que sus hijas jueguen con una pelota. “Nunca se le dijo que ‘no’ a ella”, recuerdan Maria y Maximiliano, quienes además agregaron: “Nunca tuvo problemas de entrar en el fútbol… Lo que a veces escuchamos es que a muchas nenas se les dice que no pero ella nunca tuvo ningún problema, ni desde el club ni de nadie. Al contrario, querían que ella empezara a jugar”.

El apoyo de los padres es fundamental en todos los aspectos de la vida, pero todavía lo es más cuando una persona se anima a romper con esas barreras sociales y hace todo lo posible por ser feliz. A Felicitas no le quedó otra que arrancar a jugar con chicos varones, durante sus primeros años no tuvo (casi) ninguna compañerita de equipo pero ante esta adversidad, ella logró integrarse y su familia siempre estuvo ahí, para alentarla. “Para nosotros siempre fue tan natural que nunca nos pusimos a pensar en los prejuicios. Ella quería botines y le compramos botines, quiso ir a jugar y la llevamos. Para nosotros es común verla vestida con ropa de fútbol”, explicó su mamá.

Pero el aliento no lo es todo. Para que Feli pueda jugar a la pelota, Maxi se postuló para ser el director técnico de su categoría y así ella pudo cumplir un sueño: competir con un equipo. Ah, y él también. Fue nada más ni nada menos que el primer entrenador que tuvo su hija. “A mí me encantó poder compartir sus primeros pasos en el fútbol. Siempre me ha encantado poder compartir el deporte que amo y más si es con mis hijos”, confesó su padre.

Maxi, su papá y su primer DT.

Su familia es muy importante para la pequeña de ocho años. La gran dedicación por parte de su papá, el acompañamiento de su mamá que, a pesar de no gustarle el fútbol ni tener tanta idea del tema también está junto a ella día a día, son fundamentales para que Feli logre cumplir sus metas. El gran amor de su hermano Federico tampoco se queda atrás.

Con él juega a la play y, pese a que Fede lo niegue rotundamente, ella suele ganarle. Pero no sólo comparten la pasión de los videojuegos, sino que también (y junto con Maxi) coinciden en el amor por la redonda. “Siempre hacemos retos como patear al travesaño o de arco a arco, y el que pierde… Ufff… Se liga una patada en el cucurucho”, dijo riendo mientras miraba a su hermano con guiño cómplice.

Feli y su hermano Fede.

“Lo que más me gusta es gambetear”, confesó Feli, que enseguida se la volvió a ‘picantear’ a su hermano: “A Fede lo gambeteo mucho y le meto caños, ja”. Con el pasar de los meses y los años, el talento de Felicitas fue creciendo y aunque haya vivido “algún que otro comentario medio machista” durante los partidos, ella siguió haciendo lo que más le gustaba. Así llegó a Estudiantes de La Plata, donde la recibieron con los brazos abiertos y la ayudaron a crecer en términos futbolísticos. El Pincha no fue un club más en la corta vida de la prometedora jugadora, sino que fue la institución la que, de alguna forma, la volvió viral.

El 23 de junio de 2020 el club posteó en sus redes sociales un video de Felicitas entrenando desde la casa en plena cuarentena. El mismo llegó rápidamente a las 380 mil reproducciones y fue furor en Twitter“Los videos los arrancamos a grabar para que nos queden de recuerdo cuando ellos vayan creciendo. Yo soy de otra generación, antes apenas había fotos, video sólo tenemos de nuestro casamiento y nada más. Arrancamos así, en la pandemia empezamos haciendo retos y subiéndolos… A nosotros nos da mucho orgullo que lo haya compartido Estudiantes porque sabemos que es difícil que compartan un video de una nena jugando al fútbol”, dijo Maxi

Felicitas, con tan solo ocho años, cuenta con más de 3.000 seguidores entre sus cuentas de Twitter e Instagram y es una de los grandes hallazgos del fútbol femenino infantil. No sólo por su habilidad dentro del campo sino que también por el mensaje que busca dar en sus redes sociales. Un mensaje lleno de inclusión y sueños por cumplir.

Debido a la pandemia, Feli y su familia decidieron dejar al elenco Pincharrata para jugar en ADIP, un club más barrial que, según comentan sus padres, tiene una gran estructura de fútbol femenino ya que cuenta con categorías desde la sub-10 hasta el plantel de Primera. “Está bueno que se le den las mismas oportunidades, se las respete y se las valore”, señalaron.

Felicitas hablando con sus amigos en el entretiempo del partido.
Felicitas hablando con sus amigos en el entretiempo del partido.

Entre preguntas y respuestas volvió a aparecer su voz, un tanto ingenua pero sincera. “Ahora que no estoy en Estudiantes sí se puede decir de qué equipo soy hincha” le dice Feli a sus papás, quienes casi al unísono le respondieron entre carcajadas: “¡No, eso no se dice!”.

Pese a ello, y no ser de sentarse a ver los partidos por televisión, Feli insinuó revelar por quién simpatiza cada fin de semana justo cuando tanto Maria como Maxi fueron a buscar el cargador del celular que se estaba por quedar sin batería. “A mi ver mucho fútbol no me interesa, soy más de jugarlo. Sólo veo cuando quiero. Cuando mi papá y mi hermano están viendo voy y les cambio de canal a propósito” confesó pícara.

Lo que para muchos puede significar un bajón futbolístico como dejar una institución de una gran envergadura como lo es Estudiantes, para ella y sus seres queridos fue todo lo contrario. Si bien la epidemia mundial del coronavirus provocó que Feli no pueda entrenar con sus compañeras de forma presencial, sí lo hace de modo virtual de dos a tres veces por semana. Aún así, ella no deja de soñar y espera cumplir su máximo deseo.

Feli y su festejo preferido: el avioncito.
Feli y su festejo preferido: el avioncito.

El anhelo de Felicitas se llama Messi

“Mi sueño es ser jugadora de fútbol, jugar en la Selección Argentina y conocer a Messi, confesó tímidamente, pero enseguida su papá confesó jocoso que, en realidad, “es el sueño de los cuatro, no sólo el de ella, ja”.

Sin lugar a dudas, Feli comparte el sueño de muchas y muchos que de alguna forma son parte del Mundo Fútbol, desde aquellos que van a alentar a su equipo a la cancha (cuando se podía) hasta aquel que no entiende nada de la redonda pero sabe que como Leo no hay dos. “Quiero que me firme un autógrafo, pero con un ‘hola’ ya soy feliz”, dijo mientras proyectaba en su mente esa situación tan satisfactoria que fue delatada por su sonrisa con un par de agujeritos producto de la caída de varios de sus dientes de leche.

Cuando parecía que la timidez volvió a adueñarse de su joven cuerpo y su lengua empezaba a ser engullida por ratones soltó: “El video lo compartimos el miércoles, ojalá le pueda llegar a Leo. Es muy difícil pero bueno… Sueño con que Messi lo vea y me mande un mensaje”.

“No hay nada más tierno que un globo y un pibe” dice un verso en una de las tantas canciones de Las Pastillas del Abuelo, pero hay que reconocer que una piba y una pelota no se quedan atrás.

Tan solo una letra separa a Felicitas Flores Mussi de portar el mismo apellido que su máximo ídolo y referente. ¿Será una casualidad o un acto del destino? En un par de años lo sabremos. Mientras tanto, cada vez que ella patee la redonda de cuero será feliz. Y eso es lo que realmente importa.

El tierno gesto de Messi

Lionel Messi supo entrar en el corazón de la gente no solo a base de su buen juego, sino por el trato que tiene con sus fanáticos. Y a pesar de estar hace unos días concentrado con la selección argentina debido a la doble fecha de Eliminatorias, siguió sorprendiendo al tener un tierno gesto con Felicitas Flores, la nena que le había dedicado un video en su cuenta de Instagram de ella haciendo jueguitos.

Lionel Messi

Luego de seis días en donde su video se hizo viral, Leo pudo verlo, y no dudó en contestarle con alegría el video dedicado. “Muchas gracias por la dedicatoria. Vi el video y me encantó, sos una genia”, le comentó. 

FUENTE: OLÉ

Suscribite
Notificarme de
guest
0 Comentario
Más viejos
Más nuevos Más votados
Ver todos los comentarios