Federico Safdie, una vida ligada a la naturaleza

Historias para contar Slider

Federico Safdie tenía una vida como cualquier otra persona: trabajaba, entrenaba y veía a sus amigos. Hasta que un día se cansó y decidió dejar la rutina para mantenerse 100% en contacto con la naturaleza.

Un legado familiar, una empresa y muchas ganas de vivir. Esta es la historia de Federico Safdie, un chico de años 29 nacido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que llevaba una vida convencional: trabajaba, estudiaba y tenía vida social como cualquier otra persona. Pero un día decidió hacer un cambio radical: vivir en contacto con la naturaleza y dejar todo. Motivación, inspiración, aprendizaje y su filosofía de vida: un testimonio y una historia que merece ser contada.

¿Cómo era tu vida en la adolescencia?

Desde que terminé el secundario que arranqué a laburar en el negocio familiar, que dejó mi abuelo hace muchos años y después lo siguió mi viejo. En su momento, estábamos con mis cuatro hermanos trabajando ahí. Paralelamente, estudiaba administración de empresas y después me iba al negocio. Estuve 2 años cursando y a medida que iba pasando el tiempo me metía más en el trabajo y menos en el estudio. Después de un tiempo, decidí que no era lo que me gustaba. Fue difícil ese momento, porque había mucho mandato de estudiar y tener un título. Así que dejé la facultad y me dediqué de lleno al trabajo. Primero manejaba las redes sociales, después hacía ventas y después me metí en el manejo de la franquicia que teníamos en el país. Me levantaba temprano, a veces entrenaba y después me iba todo el día a la oficina.

¿En qué momento llegó el clic a tu vida?

En un momento, después de 8 años, hice un click. Me di cuenta que esto tampoco era lo que me gustaba. Me llevó mucho tiempo tomar la decisión de irme. Dejé la empresa, me fui un mes a Europa y dos meses a México, de una forma más introspectiva y a probar con lo que a mí me gustaba: estar en contacto con la naturaleza, hacer yoga y meditación todos los días y entrar en una parte mía más natural. Después de eso volví a la empresa, pero no estaba muy convencido. Estuve en un puesto con mucha menos carga horaria que me permitía mantenerme económicamente y también seguir ayudándolo a mi viejo en el negocio familiar, en donde necesitaba alguien de confianza. Sin pensarlo demasiado, de forma sincrónica, me fueron llegando las cosas y decidí empezar a estudiar coaching de astrología y el profesorado de yoga.

¿Actualmente dónde estás?

Nunca deje de sentir la necesidad de estar en contacto con la naturaleza y salir un poco de la ciudad. En principio, decidí en enero a irme de viaje con dos amigas que estudiaban astrología conmigo. Me fui a Río Negro, Mendoza… estuvimos un mes recorriendo. Encontramos una vida más sana y de menos consumo, que me gustó mucho. Tuve que volver a Buenos Aires porque estaba de vacaciones, entonces ahí dejé el laburo formalmente y salí de viaje sin fecha de retorno ni destino fijo. Mi idea era llegar al Norte, pero ahora estoy en Córdoba porque tengo unos amigos acá. Estoy hace casi 3 meses. Fui un mes a acampar al Río Quilpo, en San Marcos Sierra, una experiencia hermosa… Sin señal de celular, sin electricidad ni nada… Llevando una vida y alimentación saludable. Después de eso me vine a Capilla del Monte, que es donde estoy ahora, para estar más conectado y tener las clases online de astrología. Estoy mucho más instalado y en un iglú, cerca de la montaña. Es otra forma de vida.

¿Sentiste presión por parte de tu familia en algún momento como para seguir en la empresa?

Tanto al querer dejar la facultad como luego el negocio familiar sentía presión pero era más auto-infundada de lo que era realmente. Se mezclaba todo; el deber ser (con lo que se espera de uno), la seguridad emocional de lo conocido y el camino que uno puede predecir, el pertenecer y estar dentro de los parámetros de su entorno…

Cuando de a poco fui desafiando todo eso con mi proceso de auto-conocimiento me fui dando cuenta que yo no era todo eso y que iba camino a vivir una vida que no era mía y que estaba resignando vitalidad. Entendí que esa vitalidad (lo que comúnmente es llamado felicidad) sólo podía lograrla si seguía a mi corazón y hacía lo que me gustaba hacer. También fue (y es) un proceso ir encontrando eso, pero cuando lo hablé con mis viejos, me bancaron a full y sobre todo mi viejo con la parte empresarial siempre nos inculcó que, si bien le encantaría que todos trabajáramos ahí, cada uno era libre de elegir su camino e iba a estar todo más que bien, siempre voy a estar muy agradecido por eso, creo que me ahorró bastante trabajo psicológico y físico. Generalmente cuando uno va cambiando los primeros que se resisten son los más cercanos y no por maldad si no por miedo, pero una vez que te ven bien y uno está convencido, las cosas y el entorno se van acomodando.

¿Cuál o cómo creés que es tu filosofía de vida?

Generalmente vivimos persiguiendo metas que no nos las pusimos nosotros realmente y viviendo sin cuestionarnos una vida que no nos llena, como en piloto automático, esperando que se de tal o cual cosa para ser “feliz”. Creo que es imprescindible detenerse y cuestionarse todo eso, traspasar el miedo al vacío que genera caer en la cuenta de que lo viejo y conocido ya no funciona.

Hoy por hoy mi filosofía de vida pasa por entregarme y no resistirme a lo que la vida misma dispone para mí. Escuchar a mi corazón, a mi yo superior, a mi ser o como se quiera llamarlo, para seguir esa intuición y tomar las decisiones que realmente creo mejor para mi crecimiento espiritual. Alimentar al ser más que al ego, y tratar de desplegar todo mi potencial para poder ayudar a otros a hacerlo. Entender que estamos todos conectados, incluso con la naturaleza, y que a cada uno de nosotros nos fue dado algo para aportar a los demás, poder ocupar ese lugar y relacionarse con todos y todo desde el amor, creo que es el verdadero arte de vivir.

¿Te pones metas en esta etapa de tu vida? O no pensás en el futuro?

Creo que generalmente las metas están, sean más o menos conscientes. Pero hoy en día las direcciono más hacia mí que hacia conseguir cosas o algo que esté afuera, y disfrutando el camino más que poner todo el sentido en alcanzarla. Cuando la mente se me va hacia el futuro trato de no engancharme demasiado porque por experiencia aprendí que no puedo planificar tanto, no le encuentro el sentido a pensar hoy dónde quiero estar en 5 años porque no puedo saber qué es lo que voy a querer en 5 meses. Eso no quiere decir no tener una dirección o no tener proyectos, si no que estar plenamente abierto a lo que vaya viniendo sin quedar atrapado en que las cosas deben ser de una determinada manera. Uno de los mayores aprendizajes que siento que tengo (como parte de la humanidad) es soltar ese control para que pueda desplegarse con naturalidad y creatividad todo lo que en realidad soy.

¿Crees que encontraste la forma de vivir que más te llena o te llenó en este último tiempo?

Esta forma de vivir es la que más me llena hoy en día. Estar en contacto con la naturaleza me parece imprescindible, y estar alineado con la vida que uno está llevando, no importa cuál sea. No creo en las recetas únicas; o sí, seguir tu propia receta y ser fiel a eso a pesar de los miedos, inseguridades, dolores, etc. Y eso es lo que le diría a alguien que se siente en ese borde del abismo, que se tire porque nunca se va a equivocar, que haga silencio y escuche su maestro interior que tiene todas las respuestas, solo que el ego nos convence desde el miedo para que no cambiemos y nos quedemos únicamente en lo conocido, y creo que vivir de esa manera es estar muerto en vida, y tarde o temprano uno va a arrepentirse. Les diría que elijan lo que elijan lo hagan con amor y compasión hacia uno mismo y que no esperen el “momento oportuno” porque no lo hay, y que cuando uno hace ese movimiento de seguir lo que le dice realmente su corazón, empiezan a suceder cosas maravillosas y la vida te da todo lo que necesitás. Y les recomendaría que escuchen el tema “Desaprender” de Adrián Berra, que me encanta, ja. Coincido mucho con lo que dice, me parece que estamos muy seteados para aprender cosas nuevas; y el verdadero camino pasa por lo que dice la canción: desaprender, cuestionarse con lo que uno cree saber y ver qué es lo que tiene que ver realmente con uno y qué es lo que no. Se trata de vaciarse para después poder incorporar cosas nuevas.

Suscribite
Notificarme de
guest
2 Comentario
Más viejos
Más nuevos Más votados
Ver todos los comentarios
Tucho

Crack total este pibe!

Alexandra

Linda esta nota, celebro a este chico, porque lo entiendo mucho y me gustaría hacer lo mismo