POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
Facundo Rojas es el capitán de la Selección Argentina de Talla Baja que viene de ganar la Copa América en Perú tras derrotar a Paraguay por 5 a 0 en la final. Pero con su historia, Facundo ya era un campeón desde mucho antes. A los 16 años se enteró que no podía jugar más, pero ese fue solamente un primer mal capítulo de este relato.
-Desde niño jugás al fútbol, ¿qué sentiste a los 16 años cuándo parecía que tu carrera tenía un final?
El fútbol fue mi conexión con la sociedad, poder conectar con otras personas, generar un vínculo y poder demostrar que todos somos iguales cuando corre el balón. Cuando tenía 16 años me enteré que mi carrera tenía un fin. Sentí mucha angustia y tristeza, pero rápidamente encontré un refugio y pasé de cancha de 11 a fútbol 5, y me di cuenta que no era imposible jugar con personas de talla convencional. Luego entendí que podría ser más interesante juntar personas de talla baja, como yo, para poder disputar de igual a igual los roces, un salto a cabecear, y ahí convoqué chicos para que se animen a jugar.
-¿Ahí nace la idea del seleccionado de talla baja?
La idea nace desde el impedimento que tuve de no poder jugar fútbol de manera profesional. Convencí y motivé a mis pares de que si nos animábamos lo podíamos hacer, y se dió. Costó mucho, al principio éramos 3 o 4, pero a través de las redes creció la convocatoria. y cuando hicimos el primer amistoso en Perú, la gente entendió que no era un espectáculo gracioso, sino que también era una manera de pelear por nuestros derechos haciendo lo que tanto nos gusta que es jugar al fútbol. A partir de eso, conseguimos tener más convocatoria y hoy en día somos más de 200 en todo el país, y Argentina es el primer país en tener un torneo nacional.
-¿Sufriste o sufren algún tipo de discriminación?
Discriminación se sufrió, sufrimos en la actualidad, y vamos a seguir sufriendo. Sin dudas que el fútbol y lo que construimos por el fútbol nos dio reconocimiento, pero hay muy poca información en base a la gente de talla baja. Falta que se difunda y se promocione. Por ejemplo, se le da un montón de promoción y difusión a la gente con silla de ruedas, en cuanto a respeto y accesibilidad, pero nunca es considerada con discapacidad la gente de talla baja. Hay chicos que no quieren estudiar, se desaniman para buscar trabajo, y eso empieza desde la infancia con la imposibilidad de estudiar de una forma adecuada. Esto trae dificultades porque abandonan el estudio y no se llegan a recibir, lo cual acorta más las posibilidades.
-Contanos algo de la Copa América que acaban de ganar…
La Copa América es una herramienta de visibilidad enorme. Sin dudas que el principal objetivo es competir, pero tuvimos problemas financieros y económicos, ya que solamente nos ayudaron Santi Maratea, el Gobierno de Corrientes, y AFA con algunos pasajes. Sino era imposible llegar porque no estamos dentro de ninguna institución. Nos queda arremangarnos solos, que siempre lo hicimos y así nos fue bien. En esta copa participaron muchas selecciones más cómo Guatemala, México, Estados Unidos, Canadá y Ecuador, y tuvimos la suerte de traer la copa al país.
-¿Cuál es el siguiente objetivo?
Principalmente el Mundial del año que viene, que creemos podría ser en Argentina. Esperamos contar con el apoyo necesario para hacerlo, ya que sería un éxito la presencia de 20 países. Por otro lado hay que continuar con lo que se viene haciendo a nivel nacional, que es seguir fomentando deporte e inclusión, y mejorar la calidad de vida de los chicos. Continuar en crecimiento con la institución en base a proyectos nuevos, fútbol para mujeres, y también involucrarnos con otras asociaciones de personas con discapacidad para pelear los derechos y necesidades que necesitamos. No es solamente fútbol.
-Saliendo del fútbol, ¿el país está bien adaptado para la gente de talla baja?
El país no está adaptado para la gente de talla baja. Muchas personas no nos ven como personas con discapacidad, y encima se burlan. Si te pongo un ejemplo fácil, en una boletería le tenés que pedir a alguien que te compre un ticket, o en un baño público debería haber un inodoro más chico para nosotros. Y por otro lado, son pocas las oportunidades laborales. Hay que ayudar y alentar a los chicos en las escuelas a que no discriminen, la mayoría de las personas con talla baja tienen padre y madre de altura nominal, le puede pasar a cualquiera, y hay que verlo así.