La expansión de la inteligencia artificial abre una nueva era de Internet: sus avances están revolucionando todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Pero, ¿qué desafíos nuevos trae este desarrollo?, ¿cuál es su relación con las brechas que ya existen? Y sobre todo, ¿cómo podemos acompañar a niños, niñas y adolescentes en este nuevo contexto?
En el marco del Mes de la Internet Segura, Chicos.net, asociación que hace más de 25 años promueve el uso seguro, responsable y creativo de las tecnologías entre niños, niñas y adolescentes, comparte cinco claves fundamentales hacer una internet más segura en tiempos de inteligencia artificial.
1 – Momento de cuestionarnos todo
La desinformación es un problema que existe hace tiempo, y que volvió fuertemente en el año 2018, desde el caso de Cambridge Analytica. Cuando la inteligencia artificial generativa llegó a las redes sociales a través de los algoritmos, hubo otro punto de cambio: la información empezó a correr de forma más descentralizada y personalizada que en los medios tradicionales. Hoy los nuevos desarrollos de IA llevan los desafíos a otro nivel: muchas de las plataformas de IA generativa nos devuelven contenidos verosímiles, basados en datos que están en internet, pero que no están necesariamente verificados. En cuanto a las imágenes, cada vez se perfeccionan más los deepfakes: videos con contenido falso pero de apariencia altamente realista. En este contexto se vuelve fundamental acompañar a los y las más jóvenes a ser usuarios conscientes, que sepan evaluar la información, validarla, discernir su veracidad.
“En este camino, resulta conveniente elegir siempre aplicaciones y plataformas que informan sobre las fuentes que utilizan y aclaran cuándo los contenidos fueron hechos con IA”, afirma Mariela Reiman, Directora de Chicos.net.
2 – Prompts en la escuela
Ante la llegada de una nueva tecnología siempre nos deberíamos preguntar: ¿Qué debe enseñar la escuela en estos tiempos? Desde hace años, el acceso al conocimiento ya no está solo entre las paredes de la escuela. Hoy, los y las adolescentes usan herramientas de inteligencia artificial para resumir, buscar información y generar imágenes.
“Frente a herramientas que son “fáciles” e “intuitivas” para usar, la escuela debe estar presente para facilitar habilidades blandas que son fundamentales para usar las plataformas de manera crítica y creativa”, expresa Reiman y afirma que con la llegada de los prompts, las nuevas interacciones con internet tienden hacia un modelo de construcción de ideas (a través de un ida y vuelta), a diferencia de la lógica de unidireccional de los motores de búsqueda. Estas interacciones, bien utilizadas, tienen la capacidad de potenciar el aprendizaje y la creatividad de los y las estudiantes.
3 – Lo que no se ve, no existe.
La inteligencia artificial no sale de un repollo, es diseñada por personas y funciona por un sistema de aprendizaje a partir de lo que subimos quiénes la utilizamos. En ese proceso, se replican ciertos criterios y sesgos humanos: se pueden ver reflejados en resultados que arrojan motores de búsqueda, o en procesos de selección laboral, entre otros casos. La circulación de la información en estos tiempos viene con la necesidad de comprender cómo funcionan estos sesgos.
“Por eso formar a chicos y chicas en criterios de consumo crítico y Alfabetización Mediática Informacional hoy es fundamental: una persona que entiende cómo funciona la IA, es capaz de comprender que la información que arroja podría ser sesgada”, recomienda la especialista.
4 – Comodidad vs. Privacidad
Aceptar términos y condiciones ya no significa lo mismo que antes. ¿Cuánta información brindamos a cambio de comodidad o eficiencia? ¿Cuántas decisiones dejamos en manos de las aplicaciones automáticas? Si desde hace años es usual entregar nuestra ubicación, el acceso a nuestros contactos y nuestros intereses, hoy aparecen nuevos sistemas que llevan la entrega de datos a otro nivel: aparece el reconocimiento facial y la geolocalización. En este contexto, se vuelve necesario proteger la privacidad de niños, niñas y adolescentes: al estar en una etapa de desarrollo, sus datos de uso de tecnologías no deberían ser rastreados en ninguna aplicación. Para eso, es necesario que los Estados impulsen políticas públicas que prohíban esta práctica.
5- Estar presentes
“Fuimos testigos de muchos hitos en la evolución de las tecnologías digitales: vimos el surgimiento de internet, las redes sociales, los teléfonos inteligentes. En ese tiempo como sociedad adquirimos más experiencia: por suerte hoy hablamos de privacidad, entendemos mejor qué implican los derechos humanos en el mundo digital y somos más conscientes de las posibilidades y los riesgos”, reflexiona Reiman.
Hoy los medios digitales constituyen un ambiente, un entorno que habitamos. Si bien esto implica muchos cambios en nuestras vidas, hay una constante que permanece: la necesidad de educar a niños, niñas y adolescentes en valores. Ayer, hoy y en el futuro, es nuestro rol acompañar su desarrollo para que convivan con respeto, con empatía, con verdad.
“El Día de la Internet Segura, que este año se celebró el 11 de febrero, nos invita a reflexionar sobre cómo construir un entorno digital más seguro y equitativo para las nuevas generaciones, por eso es fundamental aprovechar esta fecha para promover el pensamiento crítico, la privacidad y el uso responsable de las herramientas digitales. Que este día sea una oportunidad para que familias, docentes, empresas y el Estado trabajemos juntos en la creación de una internet más segura, inclusiva y consciente”, concluyen desde la organización.