La distribuidora de repuestos tiene venta mayorista y también venta al público. “El la empresa también producimos el agua destilada que vendemos y ese proceso lo hacen los chicos, abren los bidones, ponen agua y la etiqueta”, contó a Diversidad.
La decisión de incorporar personas con discapacidad a su empresa comenzó hace más de 20 años, gracias a un vecino de su infancia. “Tenía un vecino que se llamaba Benjamín, que era el menor de 8 hermanos, nos hicimos muy amigos y lo trajimos a la empresa y él fue el punta de lanza”, relató.
Hoy la empresa cuenta con 10 personas con discapacidad en su plantel. Cindo de ellos tienen síndrome de down y otros tienen retraso madurativo, daño neurológico.
En la empresa trabajan con una terapista ocupacional para reubicarlos.
Actualmente ocho de los jóvenes trabajan en el centro logístico y otros dos en casa central.
La idea es sumar a más y tener una o dos personas con discapacidad por cada sucursal.
“A sus tareas las hacen muy bien. Unos están en mercadería, otros en envasado de agua destilada, salen con chofer a hacer repartos”, detalló.
La idea de los videos en Tik Tok surgió como algo circunstancial. Siempre hacían videos entre ellos de manera privada, que compartían por WhatsApp y entre los grupos de trabajo y familiares.
Hasta que un cliente vino y pidió filmar para Tik Tok.
Desde entonces, Pepe comenzó a mostrar su trabajo diario en redes, con un resultado que lo sorprendió: “Lo bueno es que mucha gente se está contagiando, imitando y copiando y ojalá siga para que la discapacidad no sea una frontera”.
Ramón define su empresa como “muy humana”. “Nosotros la queremos mucho y hacemos mucho hincapié en eso. El que viene aquí generalmente viene enojado porque ha roto el auto y eso no agrada a nadie”, agregó.
“Para nosotros la gente es lo más importante, tenemos un área de capital humano y buscamos siempre al colaborador, y que estén permanentemente contentos, incentivados, que vengan a trabajar con alegría y el trabajo sea lo más amable posible”, reflexionó.
Su consejo para otras empresas es que lo hagan con amor. “Cada 10 que nos habla a 6/7 les va bien y a los otros no es que fracasan, sino que más allá de los protocolos, hay que hacerlo por amor, porque es el único rédito y ahí uno logra una empresa más humana”; destacó.
“Los compañeros de los chicos que no tienen discapacidad cuando ven como trabajan, es un incentivo para ellos y al que lo quiera hacer que lo haga, es prueba y error, y si le meten muchas ganas, energía y amor van a tener una recompensa personal”, valoró.