El rap para erradicar la violencia contra las mujeres: la historia de Susana Molina

Historias para contar Slider costado

Susana Molina es una mujer oriunda de Juárez, una ciudad mexicana marcada por los feminicidios. Y ella decidió combatir la violencia contra la mujer desde un lado más artístico e impactante. “El rap nos da la oportunidad de nombrarnos cuando hay toda una sociedad que trata de borrarnos“, manifestó Susana, en una entrevista con la ONU. El rap, un género musical predominantemente dominado por varones, es el arma que eligió para denunciar la desigualdad y violencia que enfrentan niñas y mujeres en México.


Desde pequeña, Susana tuvo inclinación por las actividades artísticas, aunque sus padres esperaban que trabaje como obrera. Y ella nunca renunció a su sueño. “Yo quería ser artista, aunque nunca estudié para eso, nunca fui a una escuela de música o arte“, agregó. En su adolescencia, conoció a chicos y chicas que rapeaban y no dudó un segundo en meterse en dicho mundo. “El rap forma parte de una cultura que surge en contextos donde no hay nada, ni derechos, ni servicios, ni esperanza. Entonces nos da la oportunidad de nombrarnos cuando hay toda una sociedad que trata de borrarnos, el rap te da la oportunidad de poner tu palabra porque también como mujeres muchas veces nuestras palabras valen menos o no le importan a nadie“.


Su rap más conocido se denomina “Obeja Negra” y un pasaje dice así: “La violencia contra las mujeres no es normal, es la base que sostiene un sistema desigual“. En un mundo en el que ser mujer muchas veces asusta, Susana decide meterse de lleno en la problemática para erradicar los femicidios. “Queremos una vida mejor para nosotras las mujeres y el rap ha sido una herramienta poderosa para hablar de lo que nos pasa. En la actualidad el movimiento feminista ya está teniendo acciones más fuertes que socialmente son desaprobadas, pero yo que vengo de hace años he de decir que hemos caminado en silencio, hemos marchado con velas, lo hemos hecho de todas las formas y hoy no quieren ver el mundo arder, no nos escuchan, pero vamos a seguir adelante y no nos vamos a callar“, manifiesta con mucha determinación Susana. Involucrarse en el problema para eliminarlo: en México saben que el rap de los jóvenes puede cambiar el futuro del país.

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