Fabiana Midlin, directora del Museo del Holocausto de Buenos Aires, dialogó con Optimism en el marco de la campana “Prender para Aprender, encendé la memoria”, para contarnos la importancia de este espacio en la educación y la cultura de las nuevas generaciones y la importancia del legado que dejan los sobrevivientes.
-¿Hoy el Museo esta comenzando una campaña a nivel nacional enfocada en los jóvenes, los estudiantes, nos contás de que se trata?
Sí, hoy y mañana (lunes 31/10 y martes 1/11) son la culminación de una campaña de recaudación enfocada en que más jóvenes estudiantes puedan venir a visitar el museo. También para poder capacitar a más docentes y poder seguir filmando a los sobrevivientes que lamentablemente no vamos a poder seguir haciendo por mucho tiempo más.
– La campaña tiene un llamador potente: “Prender para Aprender, encendé la memoria”. Contanos el por qué de la elección.
El mensaje pretende concientizar acerca del aporte individual y colectivo para sostener y potenciar el rol educativo del museo. Todos podemos contribuir para que la memoria y los aprendizajes de la Shoá (Holocausto) sigan siendo posibles desde nuestra institución.
Lo recaudado será destinado a que 30.000 estudiantes puedan realizar una visita educativa al museo, capacitar a 1.900 educadores en la enseñanza de la temática y videofilmar 5 testimonios de sobrevivientes.
– ¿Cómo se puede participar de esta campaña?
Todas las personas que quieran fortalecer la memoria de la Shoá en la Argentina se pueden sumar a la campaña, desde todo el país y también desde el exterior entrando en: www.charidy.com/PrenderParaAprender. Durante la campaña las donaciones valen doble, ya que un grupo de grande donantes duplicaran los montos.
– Días atrás, en la Noche de los Museos, el Museo de la Shoá fue desbordado de gente y principalmente por gente joven ¿cuál es la evaluación que hacen de este fenómeno y del interés que despertó?
Es siempre maravilloso recibir a miles de personas en un evento tan conmovedor para la cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Recibir a miles de personas y, como decís, muchos jóvenes que aprovechan la oportunidad de visitar nuestro museo, todo ello implica una gran responsabilidad para nosotros, porque buscamos siempre ofrecerles la mejor experiencia posible.
Creo también que es un fenómeno que estimula y brinda una linda excusa para visitar museos con familia y amigos en una noche extraordinaria. Ha sido siempre un gran orgullo que nuestro museo tenga una alta demanda y poder conectar a tantos visitantes con la temática de la Shoá, con la convicción del impacto positivo que brinda la experiencia.
– La educación ocupa un lugar central en el museo, ¿cuáles son las estrategias que usan respecto a alumnos y docentes?
El mayor desafío sigue siendo individualizar las necesidades de cada Institución educativa y docente que gestiona las visitas y brindarles una experiencia lo más focalizada a las características de cada grupo. El museo brinda una gran variedad de recursos para el aprendizaje de la Shoá tanto en la propia exhibición como en los materiales educativos y herramientas pedagógicas disponibles físicas y digitales. Sin dudas, las escuelas y los docentes son nuestros aliados estratégicos más importantes para cumplir con el aspecto educativo de nuestra misión.
– ¿Cómo definirías al Museo de la Shoá y su propuesta a la sociedad?
Es un espacio educativo y cultural destinado a convertir la tragedia del Holocausto en una fuente de aprendizajes para nuestra sociedad, con foco en la perspectiva local de la argentina.
– Una reflexión final.
Somos las últimas generaciones que pueden escuchar los testimonios de los sobrevivientes y es nuestra responsabilidad perpetuar su legado. Los invitamos a acompañarnos en esta campaña para que el Museo del Holocausto de Buenos Aires pueda honrar y profundizar ese compromiso.