Matías Osman es cordobés y creó hace varios años un emprendimiento gastronómico llamado “Molé”. “Nuestro objetivo es ayudar a las personas para que puedan alimentarse a base de plantas, de manera simple, innovadora y nutritiva, y que esté en sintonía con las necesidades de nuestro planeta. Eso es todo lo que nos importa y no vamos a cambiarlo”, agrega a su propósito.
Luego de probar en distintos emprendimientos –tuvo una pizzería y luego envasó vegetales para retail-, llegó un gran cambio en su vida cotidiana: Matías eligió ser vegano, dejando atrás cualquier proteína animal y sus derivados. Una decisión personal, aunque con impacto en su entorno. “Lo que más me costó fue que las personas a las cuales amaba no quisieran escuchar abiertamente los motivos por los cuales vale la pena cambiar de alimentación. Hoy varias personas de mi círculo se corrieron hacia una dieta basada en plantas y están felices”. Esa transformación vino de la mano de la creación de una línea de productos deshidratados basados en plantas, para que la gente -asegura- pueda comer mejor, y barato. “Hay dos mitos que buscaba derribar. Uno es que para estar bien alimentado hay que gastar mucho dinero. Y otro, que toda la preparación de los platos veganos son laboriosos. Con Molé vinimos a cambiar con eso”.
Hoy, en Molé trabajan unas 15 personas. La planta abarca unos 1000 metros cuadrados entre producción, depósito, laboratorio y oficinas. “Las recetas -guisos, risottos, polenta y sopas- salen de nuestras casas, de probarlas antes con la familia, con los amigos, y conocidos”, dice.
TERMINAR CON EL HAMBRE, LA CUOTA PENDIENTE
En 2020, durante seis meses, Matías se propuso un desafío individual, alimentarse con unos $100 por día, menos de un dólar. No consumió proteína animal ni sus derivados: su dieta fue a base de vegetales. A eso le sumó una preparación física para una maratón de 42 kilómetros, que no solo terminó, sino que hizo una buena performance. Con este experimento demostró que es posible obtener una óptima nutrición a bajo costo. “Hace dos años encaré el compromiso social desde el lado de la alimentación porque creo que es mi manera de aportar con la comunidad. Mi sueño es acabar con el hambre mundial. En un país donde se producen alimentos para 400 millones de personas, hay niños con hambre”, destaca.
Es por eso que Molé también produce un superalimento vegano llamado Alimentum, rico en un contenido nutricional alto en proteínas, vitaminas y minerales, fuente de fibra, sin colesterol y sin sodio. Este cuesta 20 pesos la porción y solo se vende a instituciones públicas, municipios y comedores.
Defensor del medio ambiente, Matías sostiene que “la alimentación a base de animales también está dañando nuestros bosques, nuestra agua, nuestros suelos, nuestro clima, nuestro futuro y el futuro de nuestros niños. La alimentación del futuro debería acercarnos a nuestra salud“.