El chico parapléjico que podría volver a caminar por un tratamiento con células madre

Historias para contar Slider costado

Hace dos años, la vida de Gonzalo cambió para siempre: un choque en el que su abuela perdió la vida le quebró las piernas y caderas, le dejó una lesión medular y lo obligó a usar una silla de ruedas. El 4 de enero inició un tratamiento en México que le devolvió las esperanzas: “Tengo fe en esto”, dijo

El 10 de febrero de 2021, Gonzalo iba en el auto de su abuela camino a Dolores, por la ruta 2, cuando la mujer se descompensó, perdió el control del vehículo y volcó. Ella perdió la vida y él tuvo una lesión de la médula espinal torácica (T12).

“Estuvo muy grave. Ahí comenzó nuestra lucha: estuvimos en una clínica de rehabilitación; al salir buscamos un centro de rehabilitación. Si bien hubo mucho progreso físico en él, lo mejor fue su actitud”, resume Mariana Amato, la mamá que iba con su otra hija en el auto de adelante y vieron la fatalidad. Ella responde desde la clínica de México donde desde el 4 de enero el Colo —como le dicen quienes lo quieren— llegó para iniciar el tratamiento con células madre que le está devolviendo la esperanza de volver a caminar.

Allí estarán hasta mediados de este mes. En seis meses más, se verán los resultados, que son más que esperanzadores. “Mis expectativas son buenas, tengo fe en esto. Cuando llegué me dijeron que tengo mucho nivel futuro y que puedo seguir creciendo, desde el aspecto físico, para poder volver a caminar”, dice.

Gonzalo y su mamá, Mariana

“Siento que estoy avanzado un montón y aún antes de haber tenido las células, que me inyectaron ayer, lo noté, así que estoy muy contento aunque luego de recibirlas no puedo hacer rehabilitación porque tienen efectos secundarios, que me pegó mal: tuve vómitos y fiebre, pero ya estoy bien, y mañana me las volverán a poner por última vez. Puede ser que más adelante sea necesario repetir este tratamiento”, asegura.

Con muy buena ánimo, dice: “Por ahora, pienso en hoy y estoy con muy buen animo para volver a caminar”. Entusiasmado, el joven de 16 años recuerda el Mundial de Qatar y dice que los kinesiólogos lo felicitaron por el titulo de la Selección Nacional apenas llegó con la camiseta alternativa de la AFA.

Para él, la emotiva final fue inolvidable: “Lo viví con mucha pasión y al terminar el partido fuimos con mi familia y amigos a festejar al Obelisco. Ahí me levantaron entre muchas personas. ¡Fue hermoso!”.

Todos los días a las 19.00, la familia de Gonzalo Martin Sáenz pide una cadena de oración (un Padre Nuestro y tres Aves María) “para su completa recuperación”. “Somos personas de mucha fe. Sé que hay mucha buena onda, buena energía y que hay gente que reza por él, por eso sabemos que podrá volver a caminar”, dice la mamá.

Para ella y para toda la familia Sáenz, la vida cambió por completo luego del accidente en el que la mujer vio morir a su mamá y en el que Gonzalo se rompió el fémur y la cadera, y lo dejó un mes internado en el hospital de Dolores. Allí lo entubaron porque tenía una contusión pulmonar. Desde allí, fue derivado al Hospital Del Cruce donde lo operaron del fémur y permaneció un mes internado, al salir pasó otros cuatro meses en la clínica de rehabilitación. Su familia siempre lo acompañó.

“Ahí le enseñaron a ponerse el cateter con todos los cuidados porque estaba quebrado. La cadera no la operaron porque en ese lugar estaba la lesión medular… No quise escuchar cuando los médicos explicaron el porqué no, se quedó mi marido. Todo lo que pasó, él lo superó. Con el tiempo empezó a tener sensaciones, a sentir, a costa de mucha rehabilitación y mucha garra. ¡No te imaginás las ganas que le mete!”.

Gonzalo festejó en el Obelisco la consagración de Argentina

Mientras esperaban su regreso a casa, adaptaron el departamento de Lugano para que Gonzalo tuviera todo lo necesario para estar cómodo, para la silla de ruedas y ejercitar. El apoyo de su papá y hermanos fue incondicional, como el de mamá. Y claro que el invencible grupo de amigas y amigos allí estuvo, para sostenerlo, estoicos, y darle no solo el apoyo emocional necesario sino para seguir haciendo juntos de las suyas, y hacerlo sentir siempre como uno más.

Antes del viaje que podría cambiar su vida

Ya con mejor ánimo por la actitud de su hijo, pero con la sensación de que había algo más para hacer él, Mariana comenzó a buscar otros tratamientos médicos que superasen a la rehabilitación que hacia cada día.

“Empezamos a buscar algo más para poder ayudar a la rehabilitación. Busqué por todos lados. Busqué y busqué… hasta que di con la publicación de esta clínica que estaba en Tailandia, pero les escribí. Ellos mismos, por el idioma, nos derivaron para consultar con los especialistas de la sede de México”, cuenta sobre cómo llegaron a dar con la clínica que como novedoso tratamiento coloca neurotransmisores a los pacientes que no caminan a fin de lograr que vuelvan a hacerlo.

Pero, ese tratamiento no era para él porque lo que éstos ofrecen, Gonzalo lo hace por sí mismo. “Nos ofrecieron un tratamiento con células madre y aceptamos. Llegamos el miércoles 4 para iniciarlo y apenas llegó tuvo rehabilitación. Es un tipo de rehabilitación que en Argentina no se hace porque trabajan con la señal del cerebro y enseguida lo pusieron a caminar. ¡Crease o no, las técnicas que acá utilizan, el kinesiólogo lo estudió en Argentina y allá no se aplican!. ¡Es una lástima! Algo hay que hacer para que empiecen a usar esas técnicas”, pide.

Lo que también está usando y que no hay en Argentina —cuenta— es el andador e-pacer, un sistema que “combina la poderosa columna de elevación eléctrica y el soporte corporal del TRAM de Rifton con las funciones clave del clásico entrenador de marcha Pacer”, describe la marca. Gracias a ese aparato, el Colo puede dar los primeros pasos después de dos años.

“Ese aparato es importado, ni en México lo tienen, así que lo trajeron desde los Estados Unidos, por eso, los kinesiólogos le van a armar su rehabilitación para seguirla en Argentina con lo que hay allá y con lo que tenemos en casa”, explica y cuenta que el martes 10 le inyectaron las células por primera vez “en el brazo y en la columna y mañana (por este jueves) lo volverán a inyectar”.

Sobre ese tratamiento explica: “Las células, una vez en el cuerpo, se regeneran desde que son inyectadas y hasta los seis meses posteriores de la aplicación, con mucha rehabilitación de por medio. No tiene que medicarse con nada. El resultado de este tratamiento no se conoce en Argentina porque es difícil de acceder por el costo. Nosotros pusimos los ahorros de toda nuestra vida, la familia y amigos nos prestaron dinero, y acá estamos”.

Mariana es maestra de Educación Especial y dice que en caso de que deban regresar a continuar el tratamiento tras esos seis meses, sí necesitarán de más ayuda para costearlo. “Con mi suelo de maestra costará mucho. Mi marido también trabaja, pero como sale USD 23 mil, que no es tantísimo, pero sí lo es para los que somos laburantes y tenemos otros dos hijos que mantener”, agrega.

Desde el accidente, el chico rehabilita a diario y ahora en México pone todas sus esperanzas. “Lo increíble es que apenas llegó lo hicieron pararse, fue asombros y muy emocionante verlo”, repite la madre. Y desde cada lugar están los amigos. “Es increíble cómo lo apoyan, lo cuidan y alientan. ¡Además están en la edad del pavo! Lo llevan para todos lados con la silla, lo hacen correr, bailar… ¡Son tremendos! ¡Le dan mucha fuerza!”, dice y recuerda que en julio de 2021, al recibir el alta, Gonzalo comenzó a pensar en volver a la escuela.

“Cursa en la Escuela San Martín de los Andes, de Lugano, y para agosto, cuando tenían que volver a clases presencial, me dice que quería volver, en agosto. Así que llamo y me dicen que no había baños para discapacitados, pero los directivos me dijeron que durante las vacaciones de invierno iban a trabajar para adaptar a escuela para él. Hicieron el baño e hicieron una rampa en la vereda. Cuando hacen excursiones piensan en él todo el tiempo”.

Agradecida por el afecto que recibe de todo Lugano, de la escuelas y amistades, Mariana finaliza: “También tenemos cadena de oración por todos lados, mucha gente pide por él. Es impresionante la repercusión, la energía y las bendiciones de la gente. ¡Emociona mucho! Con tanta Fe pensando en él, ¿cómo no se va a recuperar”.

FUENTE: INFOBAE

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