En nuestro país existen miles de laberintos. En esta nota, Billiken te presenta a algunos de ellos.
En Mendoza y en Chubut, se esconden dos laberintos imperdibles para los turistas. El Laberinto Patagonia y el Laberinto Jorge Luis Borges son dos grandes propuestas turísticas de Argentina.
Laberinto Patagonia
Todo comenzó en 1996 cuando una pareja plantó más de 2 mil cupressus macrocarpa para que naciera Laberinto Patagonia, un predio de cinco hectáreas ubicado en el valle del Río Epuyén en la provincia de Chubut.
El laberinto tiene una superficie de 8500 metros cuadrados y es el más grande de Sudamérica. Tiene nueve entradas pero solo una es la correcta: las demás terminan en un callejón sin salida. Al llegar, cada persona elige una para adentrarse en la aventura.
Está rodeado de bosques nativos. Se calcula que recibe 150 turistas por día. Está abierto desde las 10.30 “hasta que oscurece” y quienes lo visitan pueden pasar toda la tarde en el lugar.
Laberinto Jorge Luis Borges
La historia se remonta a 1991, cuando Camilo Aldao estaba revisando las pertenencias que había heredado de Susana Bombal, su tia recientemente fallecida. Entre los papeles que le dejó, encontró una carta que un amigo le había mandado años atrás.
En el escrito, este hombre le confesaba a su tia que tenía ganas de construir un laberinto con ella en memoria de Jorge Luis Borges, a quien ambos admiraban. Al terminar de leer, el sobrino de Susana interpretó que la aparición de ese papel era una señal.
Para cumplir ese sueño, contactó a Randoll Coate, el remitente de aquella carta. Al encontrarse personalmente, este hombre le entregó los planos que había diseñado en ese entonces junto a su tia.
El laberinto se inauguró en octubre del 2003, cuando se terminó de plantar el último boxus. Este lugar esconde en su interior una importante simbología relacionada al escritor y sus obras. Está ubicado en San Rafael, Mendoza y puede visitarse de lunes a domingos.
FUENTE BILLIKEN