Hoy celebramos el día del maestro, y creo que en el contexto que vivimos es una fecha que se presenta, como nunca antes, como una advertencia o un llamado de atención más que a recordar sólo la obra de Domingo Sarmiento en el aniversario de su muerte.
El mundo nos plantea cambios profundos y con ellos desafíos increíbles. La tecnología nos ofrece universos y escenarios casi sin límites a transitar, pero también representa enormes dificultades para muchos. La vida y las relaciones humanas, dinámicas por naturaleza, exigen un compromiso firme con los valores y la ética.
Así, el rol y la presencia del maestro se torna fundamental, la valoración de ellos por parte de todos es crucial e impostergable.
Sigue vigente la afirmación de Domingo Faustino Sarmiento que son las escuelas la base de la civilización. También, más cercano en nuestro tiempo, lo dicho por Nelson Mandela: “La educación es el alma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”.
Hoy debemos celebrar al maestro. Con seguridad recordaremos aquellos que nos marcaron en nuestras vidas, los que nos formaron y nos hicieron pensar y mirar de otra manera.
Sería bueno retomar lo que expresaba Ortega y Gasset, uno de los más grandes pensadores quien dijo: “Una vez que enseñes, enseña también a dudar de lo que enseñas”.
En el día del maestro recordémoslos, reconozcámoslos, y ante todo, hagamos una sociedad que los respete y que les muestre que son tan necesarios como irremplazables.
Por Claudio Avruj
Director de Optimism