El museo más antiguo del mundo del cual se tenga evidencia se encuentra en Irak. Se llama Ennigaldi-Nanna y sus restos datan del 530 antes de Cristo (a.C). Su creadora y curadora fue la princesa Ennigaldi, la hija de Nabonido, el último rey del Imperio Neobabilónico, un período de la historia de la Mesopotamia que se desarrolló desde año 612 a. C. y hasta el 539 a.
Los restos de este museo se encuentran en el antiguo estado de Ur, que es donde hoy está la gobernación de Di Car.
Ennigaldi-Nanna, el museo más antiguo del mundo
Fue Sir Charles Leonard Woolley quien excavó la zona del palacio y el complejo del templo en Ur. Allí encontró numerosos objetos cuidadosamente acomodados con orígenes diversos, de distintos momentos de la historia.
Además, se encontraron tambores cilíndricos de arcilla con etiquetas en tres idiomas distintos que fueron clasificados como “etiquetas de museo”. Teniendo en cuenta esto y los documentos históricos, se vio en condiciones de afirmar que se trataba de un museo: el más antiguo del que se tenga registro.
Las piezas encontradas ya tenían muchos siglos de antigüedad en el momento de su exposición y provenían de las regiones del sur de Mesopotamia. Uno de los descubrimientos más asombrosos y de mayor valor histórico fue la tumba de la sacerdotisa Puabi.
El interés por la historia y los objetos antiguos corrían por las venas de la familia real, ya que Nabonido, el padre de Ennigaldi, es considerado el primer arqueólogo serio. Él le transmitió a su hija la importancia de la conservación de estos elementos