Es un tramo de la Ruta Nacional 60 que une una pequeña localidad de Catamarca con un paso fronterizo entre Argentina y Chile, ubicado sobre la Cordillera de los Andes.
Argentina está repleta de carreteras sorprendentes y la Ruta de los Seismiles es una de las más increíbles. Se encuentra en el Norte y, como su nombre lo indica, zigzaguea entre picos que superan los 6.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Este recorrido turístico es identificado como un tramo de la Ruta Nacional 60, que es fácil de recorrer por su extensión y las condiciones de la calzada. El único desafío en el camino es la aridez del paisaje y la altura.
De todas formas, no hay dudas de que la Ruta de los Seismiles es el trayecto ideal para quienes desean descubrir sitios únicos, en donde reina la tranquilidad.
¿En dónde se encuentra la Ruta de los Seismiles?
La Ruta de los Seismiles es un trayecto de 200 kilómetros sobre la Ruta Nacional 60, que se extiende por la provincia de Catamarca, entre la localidad de Fiambalá y el Paso San Francisco, en el límite internacional entre Chile y Argentina.
Entonces, si bien recorrerla en su totalidad es una tarea sencilla para cualquier vehículo liviano, la altura, el clima y lo inhóspito del paisaje pueden presentarse como los desafíos más grandes.
Es por eso que muchos viajeros deciden iniciar el paseo en Fiambalá y, ante la ausencia de estaciones de servicios en el camino, cruzan a Chile en busca de Copiapó, la ciudad más cercana.
¿Qué atractivos turísticos hay en la Ruta de los Seismiles?
A pesar de que muchas personas imaginan que los únicos atractivos turísticos de la Ruta de los Seismiles son los volcanes que la rodean, este recorrido turístico incluye una variedad de paisajes muy entretenida.
Luego de iniciar la travesía en Fiambalá, a los 43 kilómetros es posible detenerse a apreciar la Quebrada de las Angosturas, identificada como una zona de valles y cerros de tonos rojos, ocres, negros y grises.
De regreso a la carretera, 20 kilómetros más adelante muchas personas frenan con intenciones de apreciar la belleza del Valle de Chaschuil. Es un sitio conocido por muchos pescadores y es ideal para descansar.
Además, cerca de este punto en el mapa hay una hostería con 85 plazas disponibles, que es famosa por estar a más de 3 mil metros de altura sobre el nivel del mar y por ser la mejor alternativa para pasar la noche.
Finalmente, es recién a partir del kilómetro 122 que aparecen los impactantes picos que le dan al recorrido el nombre de la Ruta de los Seismiles.
¿Cuántos picos superiores a los seis mil metros de altura hay en esta carretera?
Según los especialistas, en las inmediaciones de la Ruta de los Seismiles hay cerca de 19 picos que superan la altura señalada. De todas formas, durante el viaje de carretera es posible observar siete:
- Ojo del Salado – Identificado como el volcán activo más alto del planeta y el segundo punto más alto del continente con una altura de 6.893 m.s.n.m.
- Cerro Pissis – Uno de los volcanes inactivos más altos del mundo y la cuarta montaña más elevada de América, con 6.792
- Cerro Pissis II – Cumbre que se eleva hasta los 6.785 m.s.n.m.
- Cerro Tres Cruces – Volcán, ubicado entre Chile y Argentina, que alcanza una altura de 6.749 m.s.n.m.
- Cerro De Incahuasi – Volcán de 6.621 m.s.n.m.
- Cerro El Muerto – Volcán de 6.510 m.s.n.m.
- Cerro Cazadero – Volcán de Catamarca con una altura de 6.436 m.s.n.m.
Por último, una vez que los volcanes hayan quedado en el retrovisor, la Ruta de los Seismiles seguirá avanzando hasta el Paso San Francisco, en donde finaliza a una altura de 4.726 metros sobre el nivel del mar.
¿Qué recomendaciones seguir para disfrutar la Ruta de los Seismiles?
Como hemos mencionado, la Ruta de los Seismiles es muy fácil de transitar porque está completamente asfaltada y no tiene grandes pendientes. Pero, por la naturaleza del lugar, hay que escuchar algunos consejos antes de recorrerla.
Entonces, antes conocer y completar este circuito turístico de Catamarca, es recomendable que:
- Se planifique el viaje con tiempo, para evaluar qué atractivos turísticos desean conocer.
- Organizar la travesía entre octubre y abril, cuando el clima es más tranquilo y las posibilidades de que haya nevadas son prácticamente nulas.
- Completar el tanque de combustible del vehículo, ya que no hay estaciones de servicio en el camino.
- Elegir una excursión con guías, en el caso de que en el grupo de aventureros no haya nadie con experiencia en caminos similares.
- Llevar agua y provisiones, para cubrir las necesidades y no pasar hambre durante el viaje.
FUENTE BILLIKEN
