Conocé el único hidrosommelier de la Argentina

Historias para contar Slider costado

Horacio Bustos adopta con naturalidad ser el único argentino en dedicarse a ejercerse una profesión inusual en el país. Un trabajo para el que estudió de manera permanente y mediante el cual derriba una enseñanza inculcada desde la escuela primaria.

“Nos hacían aprender que el agua es incolora, inodora e insípida. Las dos primeras son ciertas: el agua no tiene color ni olor, pero la última no. Contra todo lo que se ha dicho, el agua sí tiene sabor”, destacó.

La vida de Horacio dio un giro inesperado a los 32 años, cuando de manera repentina decidió cursar la carrera de Antropología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) mientras, a la par, estudiaba las bondades y propiedades del té en el Centro de Enólogos de Buenos Aires.

“Era técnico mecánico y trabajaba en control de calidad, pero me di cuenta de que no era lo mío. Mi formación comenzó de grande y encaré por otro lado. Siempre me interesó lo sensorial, desde muy chico”, explicó Horacio, en diálogo con TN.

Comenzó a estudiar Antropología cuando tenía 32 años (Foto: Horacio Bustos).
Comenzó a estudiar Antropología cuando tenía 32 años (Foto: Horacio Bustos).

Parte de su curiosidad se la atribuyó a la influencia de su papá, que durante su infancia lo incentivó a leer mucho hasta descubrir el camino por el cual quería transitar. “Dentro de lo que es el curso de sommelier, me especialicé en té y agua. Le fui dando una orientación más antropológica, más cultural, sobre todo a la del té”, indicó.

A partir de dicho recorrido, Horacio se convirtió en el único hidrosommelier de la Argentina. Es decir, es la única persona en el país que se dedica meramente a estudiar el agua, sus propiedades y sus procedencias hasta llegar a distinguir el gusto de cada una de ellas y la mejor opción para acompañarla en determinadas experiencias, comidas y sabores.

Qué gusto tiene el agua

“El agua es una bebida, un alimento, y contra lo que durante años se ha dicho -que no tiene gusto- el agua tiene sabor. El sommelier, un hidrosommelier, como en el vino, analiza el aspecto visual, el olfativo y el gustativo”, explicó Horacio.

Horacio viaja por todo el país y se dedica a probar el agua producida en cada lugar (Foto: Horacio Bustos).
Horacio viaja por todo el país y se dedica a probar el agua producida en cada lugar (Foto: Horacio Bustos).

En cuanto al olfato o en lo visual es difícil encontrar diferencias, pero en el gusto es marcada. Son diferentes por el recorrido, por el agua, por los suelos y el clima determinado de cada parte del país”, agrega.

Horacio dirige -junto a su esposa Analía Yamaguchi– Gyokuro Circulo Argentino de Té, una escuela en la que dicta cursos y seminarios relacionados a la historia, geografía, botánica, cata, degustación y análisis sensorial para la carrera de sommelier de té y la de maestro de té.

Su escuela es miembro de la sociedad Japonesa The World Green Tea Association y está avalada por la Escuela Española de Sommmeliers y también declarada de interés cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación Argentina.

En su escuela, brinda talleres y cursos relacionados al té y al agua (Foto: Horacio Bustos).
En su escuela, brinda talleres y cursos relacionados al té y al agua (Foto: Horacio Bustos).

En 2012, Horacio fue nombrado miembro de Honor del Circulo de Catadores de Agua (Hidrocatadores) de la European Tasters of Waters y miembro de la Asociación de Degustadores de Agua Mineral Italiana.

“Recomendar un agua es subjetivo, porque todo tiene que ver con ciertas características que a la gente le gusta. En Argentina hay aguas muy ricas, producidas en distintos puntos del país, aunque en su mayoría con baja mineralidad”, precisó.

La especialidad de Horacio, a pesar de catar aguas de todas partes del mundo, es el té, el cual considera parte de “una ceremonia que en Occidente se convirtió en una degustación relacionada al placer”. El antropólogo también es autor de los libros El té gourmet argentino y Un viaje iniciático con el té.

“Como hidrosommelier soy miembro de jurados en todo el mundo. Sumado a eso brindo talleres de agua, porque hay mucha gente que le interesa la cata relacionada al concepto gourmet. También capacito a empresas, sobre todo a empleados de compañías de agua en la Argentina”, contó Horacio.

El antropólogo publicó dos libros relacionados a las bondades y propiedades del té (Foto: Horacio Bustos).
El antropólogo publicó dos libros relacionados a las bondades y propiedades del té (Foto: Horacio Bustos).

“La verdad es que es imposible para mí determinar cuántos litros de agua tomo por día. Entreno todas las mañanas, así que ahí un litro y medio debo consumir. Luego, durante el día, bebo mucho té, por lo que, sin tener el número preciso, podría afirmar que consumo entre cuatro y cinco litros de agua por día”, completó.

FUENTE TN

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