Se trata de un monociclo que permite a las personas con movilidad reducida disfrutar de experiencias en la montaña y los ríos.
La Champabike es la primera silla de trekking adaptado que permite a las personas con movilidad reducida disfrutar de experiencias turísticas en medio de la naturaleza y en lugares que a veces parecen de difícil acceso. Alejandro Piccione es miembro fundador de la Red de Turismo Accesible Argentina y junto con Alejandro López crearon la Champabike, una silla que crea oportunidades para disfrutar más cerca del paisaje.
Se trata de un monociclo, que apareció nació allá por 2018, cuando diseñaron la primera silla anfibia de río y de montaña que se puede usar en Santa Rosa de Calamuchita. Luego apareció la Champabike, que ya va por su tercer modelo mejorado, y que actualmente se puede encontrar en varios Parques Nacionales.
Tiene una rueda abajo y dos manillares uno delantero y otro trasero. En un terreno no tan hostil y con una dificultad baja, puede ser utilizada por dos personas: el usuario que puede tener movilidad reducida o dificultades para caminar y otra persona más. Cuando la aventura implica terrenos más complicados y más desafíos se planifican en grupo e invita a un trabajo en equipo.
“La silla es un elemento que nuclea y te hace trabajar en equipo. Te hace pensar desde la solidaridad y se convierte en un símbolo, más allá de que te permite llegar a una cumbre y tener experiencias con la familia y el grupo de amigos”, reflexiona Alejandro.
Piccione asegura que mucha gente que pide usar la Champabike tiene una discapacidad adquirida de hace años y “nunca pensó volver a estar en un lugar natural con senderos de piedras y ríos. Es una actividad muy fuerte y como es una actividad grupal nos atraviesa a todos de la misma forma”, destacó. Su premisa es que “no existe el límite, ni las reglas para la aventura es una cuestión de proponérselo y una cuestión de actitud”.
“Como profesional del turismo no admito que haya gente que no pueda o que consulte por alguna actividad que no tenga condiciones de accesibilidad. El turismo es una actividad social y económica y si dejamos de lado a un grupo de personas no es turismo”, planteó.
La propuesta invita a desafiar senderos y a disfrutar también de actividades en familia y con amigos.
“Todos estamos atravesados por la accesibilidad, los chicos pequeños que no tienen una posibilidad porque los lugares no están preparados con los juegos, una mujer embarazada, si uno tiene una lesión temporal, se lastimó vacacionando; o incluso cuando se llega al final de nuestras vidas, uno también se ve limitado en un montón de cosas y yo también lo hago por mí porque cuando sea viejo seguir transitando por las sierras”, concluyó.