Como iniciativa de la UNESCO, cada 20 de diciembre desde el 2006 se celebra el Día Internacional de la Solidaridad Humana.
El Día Internacional de la Solidaridad Humana fue proclamado con el objetivo de concientizar y recordar a la población de que hay personas en situación de vulnerabilidad que necesitan ayuda. Además, la UNESCO busca reducir la brecha de desigualdad que se da a raíz de las situaciones económicas en las sociedades.
UNESCO define a la solidaridad como “el apoyo a una causa o interés ajeno, especialmente en situaciones difíciles, como desastres naturales, guerras, movimientos de refugiados”. Sin embargo, la solidaridad también puede darse en espacios más pequeños, por ejemplo contribuir con un comedor barrial, o con una fundación.
Es por eso que la solidaridad pasa por ayudar a quienes lo necesiten, no importa si son dos o tres personas o una comunidad entera. El foco está puesto en empatizar con los demás y ayudar en la medida en que podamos de forma desinteresada.
Además, la solidaridad no se limita a cosas materiales, también se incluyen saber escuchar, realizar voluntariados, aprender primeros auxilios, ceder asientos en el transporte público, donar sangre, dar tránsito a animales, etc.