Sus festejos se hicieron viral por una caravana en bicicleta. Egresó en la Unne y busca trabajo para poder pagar la licenciatura.
Milagros María Luz Giménez tiene 21 años, es de la localidad correntina de Curuzú Cuatiá y el 22 de diciembre se recibió de técnica en Administración de empresas con orientación comercial y de servicio en la Universidad Nacional del Nordeste de esa ciudad. Sus festejos se viralizaron en las últimas horas, cuando su mamá la llevó en caravana por dicha ciudad en su bicicleta.
Inició sus estudios en la universidad en 2019 y en diálogo con ellitoral.com.ar dijo que le hubiese gustado estudiar veterinaria porque “era algo que siempre soñé, pero por la economía no estaba fácil, tuve que estudiar esta carrera para no quedarme sin un título que me respalde el día de mañana”.
El día que se recibió, su mamá le espero afuera de la facultad con una bicicleta para salir de caravana juntas. “Tenía miedo por mi mamá porque ella tiene problemas en su espalda, pero me decía que vayamos y no podía negarme a algo que ella tanto quería y desde hace meses me decía que tenía preparada su moto (haciendo referencia a la bicicleta)”, expresó Milagros.
En la particular caravana con su mamá, dieron vueltas alrededor de la facultad y mucha gente festejaba junto a ellas. “Yo iba feliz con mi mamá porque para mí era lo más importante” , destacó Milagros.
“Nosotros íbamos en bici, en nuestro mundo de felicidad y en ningún momento sentí vergüenza porque uno no puede ocultar lo poco que tiene y lo que los padres le pueden brindar para salir adelante”.
También, dijo que “era raro ver eso porque como se acostumbra a ver caravanas en camionetas o en autos, nosotros íbamos en bici, en nuestro mundo de felicidad y en ningún momento sentí vergüenza porque uno no puede ocultar lo poco que tiene y lo que los padres le pueden brindar para salir adelante”.
“Mi papá es también un factor importante, todo el día trabaja por eso no pudo presenciar mi recibida”, indicó Milagros.
La joven vive con sus padres y sus hermanos, su mamá tiene 48 años y es ama de casa, mientras que su papá es electricista y es quien se encarga de los gastos de la casa. Ellos siempre les inculcaron a sus hijos que “primero el estudio” por eso fueron un apoyo incondicional para Milagros. “En casa entra un sueldo básico, pero gracias a mi papá nunca nos hizo falta nada, por eso estoy agradecida”, manifestó.
Y agregó: “Él me ayudó mucho, aunque la universidad es pública, pero también tenía el gasto de fotocopias y había veces que él me decía que espere unos días que ya iba a tener mis fotocopias y así fue, siempre conseguía para que yo tenga la manera de estudiar más cómoda”.
MOMENTOS DIFÍCILES
La pandemia llegó para cambiar el mundo y uno de los sectores afectados fue la forma de aprendizaje en los alumnos. Es así que Milagros atravesó diferentes momentos difíciles donde tenía que entregar trabajos en la facultad y no podía hacerlos por falta de internet o de una computadora.
“En época de pandemia yo quería abandonar la carrera porque como no tenía conexión a internet y mi computadora estaba rota, se me hacía muy complicado”, explicó la joven.
Además recordó que “tenía una computadora del gobierno que la obtuve cuando entré a primer año del secundario, siempre la cuidé mucho porque sabía que si se me rompía estaba complicado que me compren otra mis papás”.
Luego continuó: “A veces tenía que descargar programas y ya dejaba de funcionar, así que con eso me atrase un poco en algunas materias. Pero ahí estuvo mi mamá ayudándome que me maneje con lo que tenía a mano que era mi celular solamente y así fui afrontando”.
Milagros recordó que una vez tenía que entregar un parcial desde la computadora y en ese momento no funcionaba, ella se sentía mal porque no le iba a dar el tiempo de terminar e iba a reprobar.
“Pero ahí estaban mis papás diciéndome que yo podía, que tenía que seguir”, señaló. Finalmente la profesora le entregó la nota y se sacó un 10 y la felicitaron porque hizo el parcial a mano y eso valió doble esfuerzo.
“Son cosas cosas mínimas que ahora una se acuerda y dice que siempre cuando hay ganas se puede ”, destacó Milagros. Ahora que Milagros ya terminó sus estudios, tiene pensado buscar trabajo y de esa forma poder pagar la licenciatura en Administración o algún curso relacionado a su profesión.
En cuanto a los agradecimientos por su etapa de estudiante, dijo que “me pone muy contenta que yo hoy en día diga que soy técnica en administración es gracias a mis papás, a su apoyo y acompañamiento”.
“Muchas veces pensamos que es fácil pero cuando vamos creciendo nos damos cuenta que no es así, y que ellos dan lo que no tienen por el amor a un hijo, y eso una se lleva siempre en el corazón”, finalizó la flamante egresada.
FUENTE: EL LITORAL