La Fundación Corazón de Mujer lleva 10 años dedicada a la concientización del diagnóstico precoz, del cáncer de mamá, una enfermedad que detectada a tiempo puede curarse en el 90% de los casos.
“Las estadísticas son que 1 de cada 8 mujeres va a tener cáncer de mama, pero esto no se previene, sino que se diagnostica precozmente”, explica Carina Jabase, presidenta de la fundación.
“En la fundación hacemos la contención emocional. Nosotros las conectamos con chicas que ya pasaron por la enfermedad, que están bien, que recuperaron su cabello y hacemos una terapia de ir marcando el caminito”, señaló.
Claudia Fierro, tiene 37 años, está de novia y no tiene hijos, fue diagnosticada a los 34 cuando estaba en plena pandemia. La noticia la tomó por sorpresa porque nadie en su familia había tenido cáncer de mama. “Lo detecté bañándome un sábado, el lunes estaba en la ginecóloga la cual me pidió que me realice una ecografía para ver qué era. El diagnóstico me llegó el martes mientras trabajaba y llegó que era cáncer”, relató a Diversidad.
“Fue un momento difícil porque no estaba en mi ámbito familiar, estaba en el trabajo y no es lo que uno planea cuando llega un diagnóstico fuerte. Me largué a llorar, me tiré en los pasillos y fue muy duro”, recordó.
Cuando Claudia se realizó la biopsia las noticias empeoraron le dijeron que era maligno y que no estaba encapsulado por lo que se tenía que someter a una cirugía urgente. “A la semana de ese resultado yo estaba operada, pasé por 16 quimios y 25 rayos y en el tiempo de quimio nunca dejé de trabajar por elección propia. Recibí mucho la contención de mi familia, mi pareja, de compañeros de trabajo”, valoró.
Si bien conocía de la fundación le costó acercarse ya que tenía miedo de “volver a revivir el diagnóstico”.
“Encontré gente que hablaba el mismo idioma que yo, un grupo de contención hermoso, amigas. Es un grupo muy lindo y del cáncer se sale, un diagnóstico no es un destino”, reflexionó.
Hoy Claudia está recuperada y ayuda a otras a transitar este camino difícil.
Nancy tiene 54 años, fue diagnosticada en octubre de 2021. “Me venía haciendo los chequeos, me fui a balar y me toqué el bultito. Mi ginecóloga me mandó a hacer los estudios y en el diagnóstico me dieron cáncer de mama”, relató.
“Terminé las quimio, me dieron radioterapia y fue un diagnóstico que uno no sabe cómo superarlo porque te agarra el llanto, euforia, bronca y decís ‘por qué a mí’”, se sincera.
No obstante, asegura que a medida que pasan los días uno encuentra las fuerzas para salir a pelear contra la enfermedad, “a estar con la familia y a contener porque a veces uno no sabe porque se siente muy triste”.
Nancy todavía sigue en tratamiento, y asegura que sigue adelante por su hija, su familia. “Gracias a Dios conocí a la fundación. Estoy cada martes y jueves colmada de amor, nos reímos, lloramos, cada una cuenta su testimonio, nos acompañamos día a día con mensajitos y llamados”.
Nancy sigue peleando y su mensaje para las que están pasando por esto es que “no bajen los brazos”. “Es horrible verse sin cabello, sin pestañas, pero eso es estético. Tu pelito va creciendo, y hay un momento en que te reís de vos misma y eso te da fuerzas para seguir adelante”, reflexionó.
Los chequeos: un factor indispensable para la detección temprana
Florencia Pérez Giménez, médica mastóloga (MP 28290/9) explicó a Cadena 3 que el diagnóstico precoz es la mejor herramienta para trata el cáncer de mama de manera exitosa. “Todo va a depender de cuan temprano es el diagnóstico y las posibilidades de esa paciente de sobrevida”, indicó.
“La mamografía, el autoexamen y la ecografía son factores fundamentales que la mujer debe realizarse y esto también es importante que lo tengamos claro, siendo una enfermedad tan heterogénea y distinta”, señaló.
“Las mujeres de entre 25 y 30 años deben tener una consulta para que las puedan asesorar de sus factores de riesgo y ahí establecer cada cuánto pueden controlarse”, explicó y advirtió que las mujeres sin otros factores de riesgo tienen que realizarse las mamografías a partir de los 40 años anualmente.
No obstante, la Sociedad Argentina de Mastología recomienda realizar una mamografía de base a los 35 años y si esa está bien, luego continuar haciéndola a partir de los 40 años.