Proyectos que incentivan la lectura y muestran lo mágico de tener un libro en nuestras manos.
“Llevá, lee, traé” Esa es la única consigna de las bibliotecas al paso que no solo se encuentran por la ciudad de Buenos Aires. Si bien esta iniciativa comenzó en 2016 en Parque Chas, no tardó en esparcir sus semillas y lograr que se replicara a lo largo y ancho del país. Estas bibliotecas contienen libros usados de distintos géneros: novelas, cuentos, poesía y hasta infantiles. Uno puede llevarse el que quiere, con la condición de dejar otro en su lugar.
Inés Kreplak, creadora de la primera Biblioteca al paso de Argentina nos cuenta cómo surgió esta idea: “Venía de trabajar en políticas públicas ligadas al fomento a la lectura. En ese contexto, de pensar cómo seguir colaborando desde la autogestión, me encontré con las free libraries en un viaje a Chicago. De ahí pensé cómo podría traer esa idea a Buenos Aires.”
Tuvo que inventarle un nombre más local, más argento y que tuviera en cuenta las particularidades del contexto del país. Las Inés que había visto en Chicago estaban en los jardines delanteros de las casas, una al lado de la otra. Parecía que competían para ver cuál era mejor y ese no era el eje del proyecto.
Cuando la primera biblioteca al paso llegó a Parque Chas muchos se sorprendieron y hasta se acercaron descreídos, pero luego hubo una gran recepción por parte de la comunidad. Fue tan bienvenida que se replicó en distintos puntos del país y hoy hay de distintos estilos: desde casitas hechas con palets reciclados, cabinas de teléfonos en desuso, y viejas heladeras; todas con la propuesta de llevarse un libro y dejar otro.
“Creo que la situación social no acompaña para que estos proyectos funcionen. Se necesita mucho del sentido de comunidad y del cuidado colectivo” dice Inés y agrega que la responsabilidad colectiva es difícil en la cotidianidad pero qué a pesar de eso es un proyecto que sigue creciendo y que funciona muy bien en espacios donde hay sentido de pertenencia.
La propuesta no solo incentiva la lectura de chicos y adultos si no que acerca la magia que conlleva la materialidad de un libro. Inés nos comparte lo que cree que hacé único a un libro en formato papel: “Sigue siendo imbatible. La idea de poder tocarlo, olerlo, subrayarlo, o doblar una página; poder prestarlo y que vuelva con marquitas.” Podés conocer más de la iniciativa en @bibliotecasalpaso o bien podés sumarte y comenzar una en tu barrio.
Libros que viajan
Los Bibliomóviles son vehículos que funcionan como bibliotecas ambulantes, por lo tanto los libros viajan, pasean y caen en distintas manos. Elena Luchetti fue la animadora a la lectura del primer bibliomóvil de la provincia de Buenos Aires y nos cuenta cómo inició el proyecto: “Se efectivizó en 1992, cuando la provincia convocó a las bibliotecas a presentar proyectos de extensión que implicaran salir de la sede hacia lugares dónde no había bibliotecas y fuera improbable que los habitantes de ahí se acercaran a sedes lejanas. La biblioteca de Adrogué me conocía porque ya había colaborado con ellos en distintos proyectos y cursos del Municipio de Almirante Brown”
El proyecto de Elena llamó la atención porque incluía visitas a dos instituciones, La escuela rural N° 11 que es la única escuela rural de Almirante Brown cuya mitad de alumnos provenían de hogares para niños. Esos chicos necesitaban ayuda para socializar e integrarse. La otra escuela fue la N°17 en Villa Paris en las afueras de Glew, que tenía una biblioteca muy chiquita.
Elena nos comentó: “El proyecto tuvo tanto interés que el bibliomóvil número 1 nos lo dieron a nosotros. Salíamos con el chofer y un bibliotecario. Había cantidades de libros, organizados por estantes y stacionábamos en los patios o en las entradas de las escuelas. Funcionaba cómo una sucursal de la biblioteca pública: se anotaba qué alumno se llevaba cada libro. Yo iba a las aulas con una propuesta de lectura, en general de índole popular y conversábamos no con olor a escuela, sin las preguntas que se solían hacer en las aulas.”
Esta propuesta de promoción y animación a la lectura, hoy se extendió y cambió un poco. El bibliomóvil recorre escuelas, comedores y ONGs según un calendario previamente estipulado. Para contactarte con el Bibliomóvil del Municipio de Almirante Brown podés escribir a biblioaadogue@gmail.com. Si querés consultar por otros bibliomóviles y recorridos te podés comunicar a bibliomovil@conabip.gob.ar