Ante el impacto que la pandemia tuvo en los integrantes más vulnerables de la comunidad judía local, y con el objetivo de acompañar, contener y ayudar a quienes necesitan respuestas urgentes, AMIA y B’nai B’rith Argentina firmaron un convenio de cooperación, asistencia financiera y trabajo conjunto.
El acuerdo tiene como objetivo llegar en forma directa y específica a las personas mayores, que se encuentran sin redes de apoyo y confinados en su hogar, y a las familias, tanto aquellas que venían siendo destinatarias de los programas sociales de AMIA y que ante la pandemia se encuentran en situación de extrema necesidad, como también a aquellas cuya economía se basa en actividades profesionales independientes, comercio y cuentapropismo, que hoy se encuentran sin posibilidad de generar ingresos. Gracias a la participación de B’nai B’rith Argentina un numeroso grupo recibirá la asistencia alimentaria y escolar.
De la firma participaron, por parte de AMIA, el presidente Ariel Eichbaum, el secretario general Darío Curiel y el tesorero Alberto Chaieno. En representación de B’nai B’rith Argentina, el presidente David Petliuk, el vicepresidente Daniel Sporn y el secretario Santiago Kuperwajs.
Cada envío seguirá contando con los cuadernillos con ejercicios personalizados para aquellos destinatarios que no tienen acceso a las actividades y talleres que el equipo docente e interdisciplinario del área de Adultos Mayores ofrece diariamente a través de distintas plataformas digitales. Asimismo, continuará el programa de asistencia y acompañamiento telefónico que brindarán los voluntarios de ambas instituciones.
Por otro lado, gracias al trabajo conjunto entre AMIA y B’nai B’rith, este año se podrá ampliar la entrega de útiles y libros escolares para familias beneficiarias del servicio social, cuyos hijos cursan estudios en los diferentes niveles de enseñanza. La distribución, que tendrá seguimiento por parte de B’nai B’rith, será a domicilio y a través de la asignación de turnos para su retiro en Uriburu 650.
B’nai B’rith es la organización judía internacional de servicios a la comunidad más antigua del mundo, con presencia activa en 58 países, con sede central en Washington. Trabaja en la defensa de los derechos humanos, contra toda discriminación y en defensa del estado de Israel. La filial argentina, que nació en 1930, realiza una sostenida tarea social comunitaria la cual incluye, entre otras acciones, el desarrollo del “Club de no videntes”, con más de 60 años de continuidad, y el “Programa nacional de medicamentos”, que alcanza a las 24 provincias.
