Se trata de una alternativa innovadora que encara otra forma de jugar para los niños y niñas. ¡Mirá!
Bichos de papel, es un emprendimiento que surgió en Santiago del Estero, juguetes de papel “para armar con motivo de animales de la fauna nativa, de animales en vías de extinción, también una línea de animales de safari y el resto todos animales de fauna autóctona, tanto de Santiago del Estero como a nivel nacional”, detalló De Olivera.
A la vez comentó que tienen varias líneas que se dividen por regiones: animales de la Patagonia, de la Mesopotamia, de la Puna, del Chaco y los de Santiago del Estero; en total son ocho líneas, pero “aparte tenemos dos con braille, una se llama Monte y otra Norte”.
Bichos de Papel es un juguete pensado para los chicos, tridimensional, que, por medio de pliegues, conforma una estructura que hace que se repita la morfología de la anatomía del animal, siempre con planos.
“Son paquetes, blíster colgante y cada paquete trae cuatro láminas recortables, luego se las recorta y pega con el instructivo y se termina conformando los animalitos”, detalló.
A pesar de todas estas opciones, Paola comentó que están desarrollando “juguetes nuevos con papel, unos voladores, otro de cajas para emociones, también una adaptación con materiales reciclados para personas ciegas, el cual es un Tatetí que viene con antifaz y termina siendo un juego sensorial”.
También, a través de una alianza comercial con Pruxi de San Juan, están comercializando lápices plantables, que son “hechos de papel, tiene semillas y nosotros le agregamos unas macetas que son todas fabricadas de lonas recuperadas de carteles”.
“La idea es cuidar el medio ambiente, si bien nosotros utilizamos mucho papel, y no es papel recuperado ni reciclado”. A través de Bichos de Papel, sostuvo, “fomentamos el respeto a las especies, por la diversidad en general, tanto de las especies animales, vegetales y de las diferentes etnias humanas y también lo que es inclusión, por eso tenemos juguetes para niños ciegos”.
Bichos de Papel se inició como un trabajo de la carrera de Diseño Industrial, cuando Paola estaba cursando el segundo año; luego de más de ocho “de estar dormidos en mi computadora, surgió la propuesta de participar en Puro Diseño, en 2013 y en vez de ir con zapatos, que es lo que también hacía, quise innovar y llevé los animalitos”.