El Bosque Sonoro es un proyecto que nació en las entrañas del confinamiento y que supuso un paso al frente ante la sombra de la España vaciada y un golpe contra el miedo a través de las voces y guitarras de artistas consagrados.
La idea surgió cuando a este puñado de corazones al trote, se les ocurrió salir a descubir lo que sucedía en su entorno natural, con la intención de impulsar la industria musical como motor de vertebración del medio rural y agitar conciencias a través de acciones medioambientales.
Su estreno fue todo un éxito, más de 3.500 espectadores viendo en directo, por fin, a artistas como Coque Malla, León Benavente, Mujeres o Stay Homas, entre otros.
Además, gracias a los fondos recaudados de la fila 0, se llevó a cabo la reforestación de 280 árboles en una zona degradada del pueblo, que ha dado origen al Espacio de Renaturalización Alondra.
Entre los objetivos principales del festival se encuentra la creación de puestos de trabajo para evitar la despoblación de la zona y un plan de acción medioambiental; por cada entrada vendida plantan un árbol, además de otras muchas acciones en pro del medio ambiente.
El proyecto también pertenece a La Comunidad Por el Clima y Archipiélagos de Árboles de la fundación Ecodes, así como a Tree-Nation.
Apenas surgida esta iniciativa promovida por los propios vecinos del pueblo y sin financiación pública, ha sido reconocida en sexta posición del ranking de propuestas culturales más interesantes en Aragón del último ‘Observatorio Cultural’ de Fundación Contemporánea.