Hace ya más de treinta cinco años que el bailarín Luis “Luchyn” López está radicado en Canadá. Se asentó en la ciudad de Montreal, donde deslumbra con su talento, siendo profesor de danzas folklóricas y tango. El santiagueño llegó a tierras norteamericanas en los ochenta, con la promesa de participar en el Cirque Du Soleil, un espectacular show plagado de habilidosos artistas. Su carrera, gracias a sus habilidades, lo llevaron a recorrer lugares como París, países de América del Norte y América Latina.
Su historia comenzó cuando fue invitado por unos compañeros a Francia, puntualmente a París, para hacer un trabajo. Su asombro fue total, pues, al llegar, se encontró que el trabajo para el cual había viajado era nada menos que participar del Cirque Du Soleil. Dos semanas estuvo en la ciudad francesa, brillando en los espectáculos ante los parisinos. Al finalizar ese lapso de tiempo, el circo se trasladó a Canadá, donde López estuvo en los shows durante unos siete meses. El contrato brindado por Cirque Du Soleil consistía en brindar funciones en Canadá. Con ello vino la decisión de Luchyn de quedarse definitivamente en Montreal, donde vive desde el año 1986, pues un año antes ya había conocido la ciudad y tenía amigos allí. Los cambios que debió introducir a su nueva vida no le costaron demasiado, aprendió a vivir con la gente y convivir con las costumbres del lugar.
Un trabajo soñado
Tras haber desempeñado sus características habilidades en el Cirque Du Soleil y haber recorrido múltiples lugares del mundo, Luis comenzó a trabajar de forma permanente en Studio Tango Montreal, donde desempeña el cargo de instructor y coreógrafo en danzas folklóricas y tango argentino. Al tener un alma emprendedora e inquieta, conformo su compañía de baile y danzas. Con esta empresa realiza direcciones artísticas, puestas en escena, espectáculos. Es constantemente solicitado a realizar shows con su compañía ya sean por amigos y conocidos.
Sus primeros pasos
En Santiago del Estero, ¨Luchyn¨ era bailarín, tocaba el bombo acompañando al cantante Carlos Miguel Fuentes. En un festival al cual fue junto a ¨El Jarillero¨, conoció a dos personas que lo encaminarían en su vida artística: Carlos Saavedra y Adela Saavedra. Allí los vio bailar a ambos, mostrando una habilidades que sorprendieron al actual artista internacional. Ellos comenzaron a enseñarle todo acerca del ámbito, lo ¨apadrinaron¨ como es usual decir en la jerga artística. Por un lado Carlos le instruyó en cómo caminar adecuadamente, a comportarse, qué vestimenta utilizar. Mientras Adela lo cuidaba como un integrante de su familia, tal es así que en sus giras jamás tomó ni probó bebidas alcohólicas. En esa conformación llamada Agrupación Santiago del Estero, supo aprender de los excelentes maestros que tuvo todos los conocimientos que hoy en día atesora en sus recuerdos.
Tras haberse instalado en Canadá, siguió viajando alrededor del mundo. Conoció más de setenta países, hizo realidad su sueño de bailar en lugares exóticos, e incluso haber pactado amistades alrededor del globo. No obstante formó su compañía de baile, y actualmente trabaja en el Studio Tango Montreal. Sus capacidades artísticas elevaron sus conocimientos del ámbito, tanto que hoy puede enseñarles a sus alumnos, adoptando el rol de docente.
Actualmente está radicado en Canadá, y vive con sus dos hijos y su mujer, además de tener un hijo de su primer matrimonio llamado Satha. Gracias a sus esfuerzos y habilidades, puede disfrutar de todos sus logros obtenidos. Es un artista, un bailarín, un instructor, un profesional. Es un soñador que inspira a seguir, perseverar y jamás detenerse para conseguir todo lo que soñamos.
FUENTE: SER ARGENTINO