Plaza de juegos, hamacas, piletas, duchadores, sector de higiene con un dispenser de bolsitas para sus necesidades son algunos de los servicios que ofrece Yes! Playa Canina, el balneario exclusivo para perros, ubicado en la zona del faro, uno de los lugares más lindos de Mar del Plata y que está rodeado de bosque, mar y médanos donde también hacen largas caminatas. Allí todo está pensado para que los perros, tantas veces rechazados de las playas, disfruten y sean mimados. Claro que también hay espacios para las personas que los llevan: canchas de tenis y de fútbol, un bar y hasta un chiringuito para pedir jugos y tragos, entre otros.
“Hoy para nosotros, lo más importante no es la playa canina en sí o la tendencia de pet friendly sino contribuir con una manera de actuar más responsable con todo lo que nos rodea y promover la tenencia responsable. Esto significa que el perro tenga su collar con la chapita, que las personas sepan la importancia de desparasitarlos, de llevarlos a pasear con la bolsita para levantar sus necesidades, que esté vacunado, cuidado, que lo ayuden a ser sociable y, sobre todo, que aprendamos a respetar al otro”, le resume a Infobae Gabriel Sapienza, dueño y creador de Yes. Allí, “la idea es que pueda entrar toda la familia y los perros no son solo mascotas, son un integrante más de la familia y deben estar con ella. Si bien en Mar del Plata hay otros balnearios que permiten ingresar con perros, este es el primero pensado para ellos”, aclara María Sol, una de la responsables de entretenerlos cada día descansa en esa playa.
¿CÓMO NACIÓ?
“Cuando nosotros quisimos ir a la playa con nuestra perrhija India preguntábamos en los balnearios si podíamos entrar con nuestra hija y decían que sí hasta que veían que era ella y decían que no… No nos dejaban entrar a ningún lado. Nos intrigó el motivo y averiguamos que había una ordenanza que prohíbe a los perros en la playa desde el inicio del siglo pasado y los argumentos eran que pueden llegar a ser peligrosos para personas y otros perros, y además transmitir parásitos o enfermedades en la arena…”, dice Gabriel Sapienza, dueño de Yes, exhalando fuerte. Ese fue el quiebre necesario para actuar.
“Entonces -sigue Gabriel- hicimos un proyecto de ordenanza que de alguna manera rebate esos dos argumentos diciendo que se puede permitir el ingreso si el perro pasa un examen ingreso y un test de sociabilidad tomado por un adiestrador, así lo hacen los dos entrenadores que trabajan con nosotros. La segunda objeción, que puede ser peligroso por salud y dejar parásitos, se rebatió pidiendo la libreta sanitaria con las vacunas y desparasitación al día”, finalizó.
Las personas pueden estar ahí mientras sus perros juegan en el agua o se divierten desarrollando cualquier otra actividad. “Te sorprendés de ver lo bien que conviven los perros, la pasan bárbaro. Al tener qué hacer, van y vienen y se cansan. La mayoría van un ratito al mar, algunos son más activos que otros”, dice Sol, una de las felices trabajadoras y cuidadores de las canes.