María Nuria Pelliza Palmes es médica, oriunda de San Juan, vino a Córdoba en 1993 a estudiar en la U.N.C. y en el Hospital Misericordia de la ciudad de Córdoba realizó su especialidad en Tocoginecología.
En el año 2020 María fue diagnosticada de cáncer de tiroides, como ella misma señala se recuperó de su enfermedad gracias a la medicina convencional, pero transitar esta enfermedad, tendría una incidencia definitiva en su formación profesional: “Tenía que preparar el terreno para que esto no volviera a ocurrir, fue ahí cuando comencé a investigar, estudiar y formarme en esta medicina funcional o integrativa, o como me gusta llamarla medicina preventiva” recuerda.
Esto la llevó a formarse en medicina y nutrición Orthomolecular y actualmente ejerce como médica promoviendo la medicina preventiva en su consultorio de Villa Allende. Esta medicina se caracteriza por trabajar sobre los hábitos de las personas tratando de llegar antes de la enfermedad y si esta ya ocurrió, llegar a la raíz de la misma, para tratar no solo el síntoma sino la verdadera causa. La mirada compasiva, según sus propias palabras, se extiende también al trabajo sobre procesos naturales como los son la menopausia, asumiéndolas como etapas normales de la vida que requieren un tratamiento como tal.
La Dra. Pelliza Palmes explica que esta mirada preventiva tiene como pilares fundamentales cinco ítems que cada individuo debe fortalecer, más uno que otro, dependiendo, de cada caso, ya que esta mirada es bio individual:
- Alimentación
Se trata de una alimentación antiinflamatoria o comida real o cera ultraprocesados. “Si tenés que abrir paquetes, ahí no es” explica la profesional a sus consultantes, ya que tiene que ver con una alimentación natural y de un solo ingrediente o dos o tres no más.
“La alimentación es nuestro combustible, si a nuestro auto le colocamos la mejor nafta igual conducta hay que tener con nuestro organismo” continúa y observa cada caso en particular dentro de este ítem ya que hay personas que pueden alimentarse con los tres macronutrientes (proteínas, grasas saludables e hidratos de carbono) y otras que necesitan más de uno u otro. Esto es particular para cada caso, pero la idea es comida real de la naturaleza a la mesa. “Como la frase de Hipócrates, el padre de la medicina: que el alimento sea tu medicina y tu medicina el alimento” enfatiza María.
Cada alimento tiene su beneficio para cada patología o proceso, para verlo con más claridad la especilista aporta algunos ejemplos: las crucíferas tienen el sulforafano, un excelente antioxidante; el tomate, licopeno que se usa mucho en el cáncer de próstata; el té verde es rico en epigalocateqinaminas super antioxidantes; la cebolla y el ajo contienen quercetina; la cúrcuma curcumina y sigue la lista.
- Suplementos
En este punto la doctora explica: “Se pueden usar muchos y para cada caso en particular, sin duda hay algunos como el magnesio que lo necesitamos todos ya que nuestros alimentos y lo suelos tiene una gran deficiencia de este mineral, pero aquí aparece nuevamente la palabra bio individualidad ya que no va a necesitar lo mismo una mujer con síntomas marcados de menopausia que un deportista, por mencionar un ejemplo. Aquí resulta indispensable insistir con que el suplemento solo acompaña, si no hacemos el resto de nada sirve, caemos de nuevo en la necesidad de la pastilla o de querer que esta solucione todo”.
Además, María explica que hay que tener en cuenta que este nuevo paradigma en salid habla del paciente como un médico y el médico como un facilitador o acompañante, es decir cada uno es responsable de su salud. Esto lo ubica al paciente como protagonista, esto se verifica en el laboratorio con controles a los 3, 4 o 6 meses donde se ve el cambio. “El 80% de las enfermedades están asociadas al estilo de vida y muchas veces la medicación es un parche, sumamente necesario para el momento agudo, pero después hay que enseñar al paciente que se ocupe de generar los hábitos que lo mantengan sano. De eso se trata la medicina preventiva, hablar y educar en buenos hábitos y de esta manera tendremos menos enfermos con una longevidad saludable y funcional, ya que no se trata de vivir 100 años sino de vivir lo que sea pero en un estado óptimo de salud y bienestar” enfatiza.
- Actividad física
“Este ítem es sumamente importante, está comprobado que la realización de actividad física en forma regular previene muchas enfermedades no solo cardiovasculares, sino enfermedades metabólicas, síntomas de menopausia, enfermedades neurodegenerativas, entre otras” señala la doctora Pelliza Palmes.
A todos sus pacientes, la dra. les prescribe actividad física de fuerza con aumento progresivo de peso ya que el músculo dejó de ser un tejido para transformarse en un órgano endócrino.
En este punto también hay que tener en cuenta que no se trata de realizar un ahora por día algo de gimnasia, sino de salir del sedentarismo, para avanzar a los snack de movimiento, cada hora subir y baja escaleras o dar una vuelta a la manzana o realizar sentadillas en el lugar. “Está totalmente naturalizado que un compañero de trabajo salga a fumar, pero si uno dice voy a realizar mi snack de movimiento es mirado de manera extraña por el resto”.
La actividad física también está relacionada con la buena biogénesis mitocondrial, es decir, la producción de mitocondrias, pequeñas organelas de la célula productoras de energía, sin ellas envejecemos y enfermamos. La actividad física también ayuda con la producción de endorfinas que regulan nuestro estado de ánimo, colabora para la disminución del cortisol entre miles de beneficios más.
- Exposición al sol
Exponerse al solo los 365 días del año, no sólo en épocas de verano pero respectando que sea una hora prudente, modula endorfinas y regula nuestro estado de ánimo, disminuye la presión arterial, regula el cortisol, mejora la función cognitiva, repara el daño celular mediante la luz infrarroja; además no da otro beneficio que es el contacto con la naturaleza.
- Ritmo circadiano
En relación a este ítem, la higiene del sueño es sumamente importante, se trata no solo de dormir entre siete y nueve horas, sino de dormirlas bien: que nuestro sistema nervioso parasimpático repare lo que tenga que reparar, y los picos de determinadas hormonas como la del crecimiento sea en el momento en que debe ser. “Es importante ir al dormitorio no más de las 22hs con luz tenue, un libro y la última ingesta tres horas antes” destaca la especialista.
Finalmente la médica recuerda que estamos viviendo vidas demasiado cómodas y esto genera cuerpos demasiado frágiles, tenemos que dejar que actúe nuestro sistema inmunológico, pero como escudo biológico no contra nuestros órganos generando enfermedades autoinmunes por ejemplo.
*Por María Nuria Pelliza Palmes – MP 26955 – ME 11039
Saludos desde cdmx, es realmente un testimonio poderoso sobre la transformación personal y profesional a través de la adversidad. Tras su diagnóstico y recuperación de cáncer de tiroides, María no solo se sobrepuso a la enfermedad, sino que también redirigió su carrera hacia la medicina preventiva. Su enfoque en la nutrición Orthomolecular y la promoción de hábitos de vida saludables refleja una dedicación no solo a tratar enfermedades, sino a prevenirlas, abordando las causas raíz y promoviendo un bienestar integral.