POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
Llega Semana Santa, y si bien para muchos parece ser simplemente unos días de descanso, o de vacaciones, la gente que tiene una espiritualidad religiosa lo percibe de otra manera. Carlos White, sacerdote y responsable de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso la define como “un momento que tiene ver con la esperanza, la libertad y la fe de las personas”.
Pascuas y la actualidad espiritual de los argentinos, son algunos de los temas que conversamos en Optimism con el sacerdote.
– ¿Cómo llegaste a ser hoy responsable de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la Arquidiócesis de Buenos Aires?
Desde mis comienzos como cura en las distinas capillas y parroquas donde estuve, siempre me fui relacionando y vinculando con otros líderes religiosos del barrio. Tuve buena relación con pastores evangélicos, sobre todo en Flores, en una parroquia pequeña. Después pasé a Palermo, y ahí me vinculé con lideres del judaísmo, del islám, y de la Iglesia Ortodoxa. El responsable de la Comisión en ese momento, el padre Giannetti me llamó para colaborar con él. Años más tarde, tuvo un problema de salud y naturalmente quede yo. Me gusta mucho el rol, estoy contento, y lo hago de corazón.
– ¿Qué es ser sacerdote hoy?
Es muy amplio, porque ser sacerdote atraviesa la personalidad de cada uno, depende mucho de cada persona. En resumen, es ser un consagrado, y se basa en una experiencia de fe y religiosidad. Se podría decir que somos consagrados a Dios, y al servicio de los demás. En los modos, cada sacerdote tiene su modalidad, su carisma, algunos más de orden concreto, o intelectuales hablanado de la docencia. Lo que sí es muy claro es que todo pasa por una actitud netamente religiosa de consagrarse a Dios y al servicio de los hermanos. Claramente, en la sociedad moderna no tiene las mismas modalidades que antes.
– ¿La Iglesia forma parte de los cambios que se produce en la sociedad?
Sí, claro. El tema es que la Iglesia es muy grande, abarca el mundo entero, y por eso los cambios son lentos. El mundo va cambiando, las personas vamos cambiando, y la Iglesia no deja de ser parte del mundo. Tal vez a nivel institucional los cambios conllevan otros tiempos, y lo atribuyo al tamaño que tiene la Iglesia; algunas cosas dan temor hacerlas, pero yo creo que a la larga los cambios se dan.
– ¿Qué importancia se le da hoy a las Pascuas?
El mundo de hoy no es especialmente religioso. Lo religioso no ocupa un lugar preponderante ciertamente, no se le da un lugar a las Pascuas, es más una semana de descanso que religiosa. De todos modos, hay mucha gente que si le da importancia y lo festeja. Para las personas religiosas es una fiesta, un motivo de celebración de la espiritualidad.
– Justamente, ¿cómo ve la espiritualidad de las personas en los tiempos que corren?
Hoy en día hay una diversidad muy grande, las personas tienen constantes búsquedas espirituales. Algunos lo hacen por unos caminos, otros por otro, las religiones tradicionales son un camino, pero hay muchísima gente que, por prejuicio o malas experiencias, busca por otros lados. Pero la búsqueda espiritual del ser humano es innegable. Uno que está en el diálogo interreligioso siempre trata de encontrar coincidencias en el respeto humano, en la dignidad humana, en la importancia del otro, en la importancia del diálogo, y también hay búsquedas específicamente relacionadas a la trascendencia, a la interioridad, a la meditacion, como el budismo, el yoga. De todos modos, creo que las religiones tradicionales como el cristianismo, el judaísmo, o el islám, siempre brindan caminos para canalizar la espiritualidad.
– ¿Qué mensaje dejaría en esta Semana Santa?
La Pascua tiene que ver con la resurección, con la supreacion de la muerte de Jesús y nuestra. Por lo tanto, la Pascua tiene que ver con tener esperanza que todas las cosas oscuras relacionadas a la muerte, que muchas veces en la vida se nos presentan con fuerza, no tienen la última palabra. Celebrar la Pascua es celebrar que la fe en Dios se transforme en esperanza, y eso es un motor, un impulso para seguir trabajando por los valores que uno considera.