Nicole Mayamba nació en la República Democrática del Congo donde las mujeres viven una situación compleja marcada por la pobreza y la violencia. Dejó su país para perseguir su sueño.
Luisina Crespo es una joven cordobesa que en 2017 viajó como misionera a la República Democrática del Congo, allí se encontró con una realidad impactante, donde las mujeres viven una situación compleja, con abusos, falta de libertad y violencia.
En ese país, la tasa de pobreza se mantiene por encima del 80% y la esperanza de vida es de 58 años. Además la mayoría de la población desplazada vive con familias de acogida ya vulnerables, en comunidades con pocos recursos.
Luisina llegó como voluntaria para acompañar en un orfanato que alberga a 500 niños y niñas. Ante las adversidades y necesidades de ese país, decidió comenzar el proyecto Creer en Ellas una ONG para ayudar a las mujeres y jóvenes a salir del orfanato, tener una vida social y autónoma y conseguir los medios y herramientas para valerse por sí mismas.
En ese orfanato conoció a Nicole Mayamba, una joven que vivía con otras 40 adolescentes, y a quien comenzó a acompañar en el proceso de estudiar corte y confección. Nicole tenía el sueño de viajar y convertirse en diseñadora de modas, por lo que desde la organización comenzaron a buscar ayuda y padrinazgos para acompañarla en esa meta.
Así es que en enero de este año, Nicole logró llegar a Córdoba por primera vez, junto a Luisina, para vivir nuevas experiencias de formación y diversidad cultural.
“Este intercambio de que Nicole venga aquí le abre nuevas posibilidades a aprender. Ella estaba acostumbrada a ver diversidad porque en el orfanato son de distintas tribus y hay diferenciación de etnias y extranjeros y extranjeras que acompañan, así que lo ven muy natural” valoró Luisina.
Sin embargo asegura que Nicole sí se encontró con derechos ganados respecto al rol de la mujer.
“Allá hay mucha violencia y abuso y se responde a lo que el hombre dice y por supuesto que aquí Nicole se ha sorprendido y va viendo y escuchando derechos ganados. Adquiere una fuerza de saberse mujer y con derechos para caminar la vida que ella quiera y elija”, planteó.
“Lo rico de esto para ella y para mí es aprender mutuamente de estas culturas, de lo que está bueno y no de ambas partes y hacer su propio camino”, manifestó.
En la ciudad Nicole se siente muy bien, valora mucho a la gente que la acompaña y está dispuesta a ayudarla y cuidarla. “Acá hay una libertad que no encuentra en el Congo. La mujer puede hacer lo que ella quiere a comparación con su tierra y país”, asegura.
La historia de Nicole conmovió a Miguel, el dueño de una fábrica de máquinas de coser, quien decidió regalarle una portátil para que la joven pueda seguir su sueño de ser diseñadora.
“Queremos aprovechar para agradecer a Miguel de todo corazón por su generosidad y a toda la gente que se va acercando con lo que se puede”, señaló Luisina.
FUENTE DIVERSIDAD