Fue diagnosticado a los nueve años, atravesó nueve meses de quimioterapia y se recuperó. Anoche se estrenó en el Ciclón, donde acaba de firmar su primer contrato: “Me sirvió para tener resiliencia”
El largo y difícil camino para debutar en la Primera de un club suele marginar a muchos jóvenes, pero el caso de Jeremías James es un ejemplo de lucha y superación. A los nueve años sufrió una leucemia que casi lo hace dejar el fútbol, pero los sueños y fuerza de voluntad del niño de Trelew que empezó en el club Los Aromos, lo llevaron a recuperarse y, tiempo más tarde, llegar a San Lorenzo, a 1.700 kilómetros de su casa. Este martes se estrenó en el primer equipo en el triunfo amistoso 2-1 contra Estudiantes y hoy firmó su contrato hasta diciembre de 2023.
Las referencias por su buen rendimiento en la Reserva llegaron al entrenador Pedro Troglio, quien lo promovió. El joven de 20 años es zurdo, se desempeña como zaguero central y en el último encuentro de Reserva de 2021 ante Newell’s marcó de cabeza uno de los tantos, que se sumó al de otro juvenil que ayer brilló, Iván Leguizamón (19 años), quien convirtió el segundo gol ante el Pincha.
El sitio San Lorenzo Primero cuenta que le ganó a su enfermedad en diciembre de 2010, luego de nueve meses de quimioterapia en el Hospital Austral. La recuperación fue en Buenos Aires y el citado medio agrega que su familia pidió ayuda en Trelew para cubrir el costo del tratamiento y varios clubes de esa ciudad le dieron una mano.
Una vez superado ese trance volvió a los campos de juego. Jeremías es nieto de Horacio Griffths, un referente histórico de la Liga del Valle. Luego de sus inicios en Los Aromos, pasó a Huracán de Trelew, la CAI de Comodoro y Racing Club de Trelew en 2019: los méritos le permitieron sumarse a San Lorenzo. “Pudimos cerrar el año de la mejor manera con un gol mío. Necesitábamos ese triunfo. San Lorenzo estuvo algo complicado este año”, dijo sobre su gol.
“Pero no es nada comparado con la leucemia. Fue un momento delicado en mi vida. Estuve todo el 2010 con tratamientos. Por suerte lo pude superar”, recordó. “Estuve acompañado por mi familia en todo momento. Eso me sirvió para tener resiliencia y darme cuenta que a veces uno se preocupa por cosas que son menores que esa enfermedad”, contó el trelewense.
Jeremías dejó atrás la leucemia hace once años y se convirtió en un ejemplo de lucha. Sus ganas por curarse lo llevaron de vuelta a los campos de juego y tras su recuperación hizo realidad el sueño de debutar en Primera. Su camino recién empieza y tiene mucho futuro