El multicampeón en atletismo en silla de ruedas contó la realidad de los deportistas paralímpicos y el crecimiento actual. “En Tokio hubo un antes y un después”, apuntó.
Alejandro es un atleta paralímpico nacido el 7 de marzo de 1977 en Argentina con una discapacidad llamada artogrifosis (un síndrome que genera contracturas congénitas que afectan varias articulaciones del organismo). Este mal lo obligó, desde muy pequeño, a iniciar una rehabilitación en el Instituto de Rehabilitación Psicofísica del Sur, en donde, de a poco, se iría encontrando con el deporte como parte de esa rehabilitación. “Lo deportivo es parte de mi rehabilitación dada mi discapacidad; una cosa complementa a la otra”.
Su carrera
Este corredor fue incursionando en el deporte profesionalmente gracias a sus entrenadores, quienes lo han apoyado incondicionalmente desde el principio. Todas sus participaciones son sinónimos de logro y triunfo. Entre ellas se encuentran el Campeonato Mundial de Inglaterra y de Alemania (2004). En 1999 llegó a La Gran Manzana para correr la New York Marathon, donde se quedaría con el 15° puesto. También, durante 6 años consecutivos, fue el ganador de la Maratón de Bolivar (2005-2009). Además, posee el récord argentino (1:49) en la Maratón A Pampa Traviesa 2005, fue el ganador de la Nike 10K en 2005 y 2006 y también ocupó el primer escalón del podio en la Reebock 10K de 2005 y 2006. Representó dos veces a su país en los Juegos Olímpicos de Atenas (2004) y Beijing (2008), volviendo con un 4° puesto en 1500m.
Maldonado compitió en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004 y Beijing 2008, obtuvo cuatro medallas en los últimos juegos Parapanamericanos de Lima y compitió en grandes maratones como Tokio y Nueva York. Todos los deportistas tenemos un sueño, tenemos un objetivo y todos los deportistas entrenan para cumplir eso. “Desde mi discapacidad he atravesado por muchas situaciones, pero así y todo no reniego de ella. Al contrario, soy un agradecido porque gracias al deporte conocí a mi mujer y viajé por el mundo”, valoró.
Además, remarcó que “cuando uno tiene la posibilidad de competir y representar a su país, se trata de dar todo y cumplir con ese objetivo”. Claro que soy feliz, con 32 operaciones y una amputación, para mí la vida es ganancia, yo disfruto competir, entrenar, cuando tengo la oportunidad de ir a un Juego Olímpico lo disfruto cada vez más Si bien aclara que no todo es color de rosa porque siempre pasan cosas en el medio, cuando uno termina el día tiene un cansancio bueno y placentero. Por último, pidió seguir visibilizando el deporte paralímpico y de alto rendimiento .