POR FERNANDA DI BENEDETTO
Como ya hemos plasmado en otras notas, sabemos que la base de la colonización de la Patagonia, principalmente en Chubut, se dio con los galeses, pero sobre el final del siglo XIX llegaron al valle otras corrientes inmigratorias. Emilio Balado, vocal de la comisión de la Sociedad Española de Trelew y escritor, es descendiente de españoles, uno de los mayores grupos de inmigrantes, y conoce cada detalle.
“Entre 1880 y 1930 se produce una fuerte inmigración proveniente de países de Europa, principalmente de España e Italia. Esto se da debido a las condiciones difíciles de vida en esos países, sobre todo en España donde el aumento de la población rural permitió el crecimiento de la población pero, por otro, desarrolló grietas porque las tierras seguían siendo las mismas y las familias cada vez más numerosas”, comenta Emilio.
Los inmigrantes arribaron en primera instancia por vía marítima, como bien dijo Emilio, entre 1880 y 1930, asentándose en los centros urbanos para dedicarse al comercio y algunos en la zona rural. “Se establecieron en las zonas menos pobladas de la Patagonia, que de por sí era un gran espacio deshabitado donde hacía falta poblarlo y generar mano de obra”, agrega el vocal.
“En principio fue muy dificil porqque vinieron sin destino fijo, y una de las primeras derivaciones fue el campo”, cuenta Emilio, recordando los inicios de sus abuelos en la Patagonia: “en el caso de mi familia, mis abuelos vinieron a trabajar de peones, aqui fueron forjando un porvenir con mucho esfuerzo. Mi abuelo “el gallego” se instaló en Río Gallegos y fue uno de los primeros bomberos de la zona”.
Cuando le preguntamos sobre aquellos inmigrantes que regresaban de nuevo a sus tierras natales, Emilio confirmó que, en realidad, muchos de ellos “no querían regresar, venian a ‘hacer la América’ como se decía en aquel entonces, y las posibilidades de volver a España donde las condiciones eran difíciles no sólo por los problemas socio-económicos, si no también por la guerra de Marruecos, complicaron las vueltas”.
Una vez establecidos en la zona, los españoles vieron la necesidad de crear una red de contención, una agrupación que los nucleara y que ayudara a fomentar el dearrollo inmigratorio. Sobre esto, Emilio establece que “la necesidad de agruparse surge por necesitar un espacio para tratar los temas de la sociedad de aquiel entonces, protegerse y contenerse para dar respuesta y solución a ciertas problemáticas”.
Esto no sólo dio lugar al desarrollo de la población, sino que también permitió la creación de espacios físicos donde reunirse. “En el caso de la Sociedad Española de Trelew, surgió a raíz de la iniciativa del comerciante Ángel Custodio Fernández de Cabrera que también fue cónsul de España. Él vivía en pleno centro de Trelew y era un personaje porque se habia tomado muy enserio la consultoría, vestia de capa y espada que usaba de la casa a la iglesia”, comenta Emilio, añadiendo que Ángel, junto a otros españoles, comenzaron a reunirse en 1908 en un espacio que construyeron ellos mismos que, posteriormente, se prendería fuego. “Es así como decidieron comprar un terreno donde hoy está la Sociedad Española, llevaron la piedra fundamental del antiguo edificio. En principio surgió como teatro y se fue ampliando hasta ser una gran Sociedad de Socorros Mutuos”.
La pujanza, la fuerza y la firme decisión les permitió construir en la zona espacios importantes en los que la comunidad pudiera reunirse para realizar actividades artísticas y convocar a compañías que provenían de Buenos Aires y hasta de Europa, y que pueden disfrutarse hasta el día de hoy.