Tiene hipoacusia se recibió como Técnica en Lengua de Señas

Historias para contar Slider costado

La puntana sufre hipoacusia desde sus 9 meses. Sin embargo, supo sortear todos los obstáculos de la vida, pudo recibirse y hoy apunta a una “verdadera inclusión”.

Andrea Barrera es de San Luis, tiene 33 años, y desde sus 9 meses de vida tiene hipoacusia. Sus primeros años de escuela le costaron mucho por el tema “discriminación”. Sin embargo, supo salir adelante, estudiar y recibirse en la Tecnicatura en Lengua de Señas. La mujer es acompañada en algunas ocasiones por la intérprete Mariel Fassio, quien le brinda apoyo para poder comunicarse de una mejor manera.

Sin embargo, Andrea, más allá de su condición, puede hablar ya que tiene un cierto resto auditivo. Sin embargo, necesita de su intérprete para encarar una conversación en algunas ocasiones ya que, según se evidencia, no siempre puede realizar una perfecta lectura de labios.

“Me costó mucho esfuerzo recibirme porque tuve un problema de salud. Hoy puedo decir que soy una persona sorda que enseña lengua de señas”, contó orgullosa Andrea en una entrevista con el medio Amanecer Informados.

Según contó, su camino en la educación fue muy difícil. Le tocó sufrir en sus primeros años de escuela la discriminación y los malos tratos de los directivos de una institución que no quiso nombrar.

Andrea Becerra, la primera puntana en recibirse en la Tecnicatura en Lengua de Señas

“Cuando fui a la escuela primaria, me costó mucho por el tema discriminación y porque no había intérpretes, porque algunas materias eran muy difíciles como matemática, química, física. Después me cambié de escuela y ahí pude terminar”, contó.

Además, relató que tuvo períodos en que asistía a la escuela nocturna para finalizar sus estudios.

LOS ESTUDIOS UNIVERSITARIOS DE ANDREA

Esta una carrera nueva, la Tecnicatura en Lengua de Señas, la realizó en Paraná, Entre Ríos.

“En 2019, antes de la pandemia, yo iba cada 15 días. De lunes a viernes hacíamos tareas y teníamos trabajos prácticos. Después, con la pandemia fue un poco más difícil con todo virtual”.

Sin embargo, hoy exclama orgullosa ser la primera puntana no oyente en recibirse en esta especialidad.

LOS OBJETIVOS DE ANDREA DE CARA AL FUTURO

“Me encantaría trabajar en una escuela pública o privada que tengan materias de Lengua de Señas; o en algún instituto”, pronunció Andrea.

Además, comentó que hay mucha falta de intérpretes para jóvenes con problemas auditivos en San Luis y, desde su rol como profesora de lengua de señas, apunta a mejorar esa cuestión:

“Hay mucha falta de intérpretes. Muchos chicos van a una escuela normal porque no hay intérpretes. Con lengua de señas, la calidad de enseñanza es mejor”, concluyó la “profe” de 33 años.

FUENTE: VIA PAIS

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