Un gato y muchos bebés erizos son protagonistas de esta hermosa historia.
El alma de madre no se modifica aunque sea en animales. Protectora, cuidadora, estando en todos los detalles… En Rusia, esta historia ratificó que los animales tienen comportamientos y razonamientos que son para aplaudir. Ocho erizos nacieron en un zoológico y su madre fue golpeada por una cortadora de césped. Los bebés se quedaron sin madre y no tenían para comer.
En ese momento, los erizos todavía no abrían los ojos y se negaban a ser alimentados con un biberón o jeringa. Por eso, Alyona (Subdirectoria del zoo) tuvo una gran idea. “Vi a nuestro gato Musya en el patio. Rápidamente la agarré y la puse junto a los erizos bebés. Literalmente, después de un par de segundos se acercaron a la gata, entendieron de inmediato qué hacer, habiendo sentido su calor y el olor a leche. Sorprendentemente, la gata también comprendió al instante lo que se esperaba de ella. Se acostó y, afortunadamente, los erizos comenzaron a mamar”, contó.
Musya pudo hacerlo sin problemas ya que todavía le quedaba leche después de cuidar a varios gatitos adoptivos. Esta no era la primera vez que el felino cumplía esta labor de mamá nodriza. En el pasado, también había alimentado a unos cerditos de la granja que pasaban una situación similar.