6 años de Charlie Hebdo: la importancia de ser defensores de la democracia y las libertades

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En un reportaje extenso y profundo en el Diario El País de España, el dibujante francés Joann Sfar afirmó: “La democracia no va de votar, va de educar”.

Quizás sea ésta la aseveración más apropiada y contundente expresada en pocas palabras en estos  tiempos en los cuales la defensa y promoción del valor de la educación se nos presenta inexcusable y urgente.

Y esta educación, que nos debemos exigir, no puede no estar sostenida e inspirada en una cultura del conocimiento y el respeto de los derechos humanos en su verdadera dimensión: por el impacto positivo que su despliegue y cumplimento tiene en la vida de todos nosotros.

Hoy se cumple un nuevo aniversario del ataque terrorista a la revista humorística francesa Charlie Hebdo, perpetrado el 7 de enero de 2015 por dos asesinos en nombre del fundamentalismo islámico y que produjo 12 víctimas fatales y heridos con graves consecuencias.

Debemos tomarnos unos instantes para evocarlo y recordarlo aunque no tengamos relación con los familiares y los sobrevivientes.

Hacerlo nos une mágicamente en una  red solidaria que nos eleva como personas y nos entrelaza con fuerza en un entramado infinito y virtuoso de defensores de la democracia y las libertades, y así somos parte de una conciencia colectiva fuerte que se antepone a cualquier abuso y afrenta a la convivencia pacífica y a la vida en consolidadas comunidades inclusivas.

La libertad de prensa ha sido definida como la facultad que tiene toda persona de expresarse a través de los medios de difusión, siendo condición sine qua non para el ejercicio de este derecho la libertad de expresión,  incluso cuando ofende.

Bidart Campos define este derecho civil como “la facultad de exteriorizar el pensamiento”.

La tragedia de Charlie Hebdo se suma a una larga e inacabable trágica lista de acciones terroristas llevados a cabo en nombre de fanatismos religiosos y/o ideológicos que están en las antípodas del pensamiento democrático y la defensa de las libertades. Se opone al deseo natural de todos los hombres y mujeres de vivir en paz persiguiendo sus sueños de realización. Por eso, estamos obligados a no olvidar.

Gabriel García Márquez escribió: “Recordar es fácil para quien tiene memoria, olvidar es difícil para quien tiene corazón”.


Por Claudio Avruj
Director de Optimism

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