Fue víctima de violencia de género, se divorció y poco tiempo después decidió comenzar con capacitaciones gratuitas a otras mujeres en oficios que rompen con los estereotipos, para que puedan tener independencia económica. Esta es la historia de Sandra Bulacio, de 52 años, que culminó en un proyecto que ayuda a cientos de mujeres de San Francisco, una ciudad de Córdoba.
Al irse de la casa de sus padres, Sandra convivió durante un tiempo en una pensión junto a su hermana. Después, se puso de novia y nueve meses más tarde, a sus 17 años, se casó con el padre de sus hijos, quien la maltrataba tanto psicológica como físicamente. “A la semana me arrepentí, porque era una persona poco amorosa. En ese momento yo no me daba cuenta, pero me trataba mal”, relató.
Cada día que pasaba junto a él, Sandra vivía un calvario. “Había mucha infidelidad de su parte, parecía que cualquier persona era mejor que yo y eso me hacía sentir con la autoestima por el piso”, contó. Además, aseguró que en ese momento ella no trabajaba, por lo que dependía completamente de los ingresos de su pareja, hasta que un día decidió empezar a trabajar en un comedor comunitario y se dio cuenta de que quería estudiar una carrera, objetivo que cumpliría sola, ya que no contaba con el apoyo de su marido. “Es un círculo de donde no podés salir”, expresó.
Sin embargo, una vez que se recibió como profesora y se divorció, Sandra consiguió trabajo, a lo que considera que eso la salvó y la sanó de la relación tóxica que mantuvo. Todo lo negativo que pasó durante su vida, cambió positivamente al crear “Mujeres con oficios”, una organización sin fines de lucro que día tras día crece más en Córdoba.
Un proyecto para capacitar a mujeres en distintos oficios
Todo comenzó con un camastro de madera roto. Cuando por allá en 2020, ella publicó en Facebook que buscaba un carpintero para que lo arregle y ahí mismo se preguntó: ¿y por qué no una carpintera? A partir de ese interrogante, y de la creación de un grupo en la red social, fue que nació la Asociación Civil, la cual al momento insertó en el mundo laboral a más de 250 mujeres.
“Nos caracterizaba la idea de querer aprender un oficio de ese estilo ‘no convencional’. Las chicas querían aprender albañilería y querían trabajar de eso”, relató Sandra a TN. Con ayuda de un albañil, buscaron la manera en dar inicio a los cursos y talleres, con la colaboración económica de distintas personas, empresas y su objetivo más que claro: lograr que las mujeres se inserten en el campo laboral a trabajar de lo que en verdad tenían ganas.
“Necesitamos que la mujer deje de ocupar solo los espacios, el de empleada doméstica, por ejemplo. Era lo único que podían hacer”, dijo. “Esto de estar en todos los espacios nos revaloriza y nos habla de la igualdad de género, en la que queremos aportar todas. Queremos trabajar, ganar lo mismo y hacer el mismo esfuerzo que los hombres”, continuó la presidenta y fundadora de la organización.
Mujeres con oficios: la asociación civil que cuenta con más de 52 cursos
Si bien no cuentan con un espacio físico propio para llevar adelante las capacitaciones, Sandra aseguró que varias empresas les prestan algún que otro lugar para poder realizarlos, donde las mujeres se reúnen cada día para aprender y especializarse en distintas profesiones.
Entre los distintos cursos que ofrecen, existen los de albañilería en distintos niveles, plomería, panadería, pollería, pinturería, carnicería, manejo de tractores, electricidad, entre muchos otros.
¿Hay límite de edad para querer capacitarse en estos oficios? La fundadora dejó muy en claro que el rango etario es bastante amplio, es decir, cualquier mujer que quiera especializarse en algún rubro puede hacerlo sin inconvenientes.
Al terminar los cursos y talleres, las alumnas suelen conseguir trabajo rápidamente en casas particulares o mismo son llamadas por contratistas que buscan hacerlas formar parte de sus empresas. “Lloro mucho de alegría cuando me cuentan que consiguieron trabajo o que esto las ayudó a salir adelante. Son una construcción de todo lo que me pasó”, completó emocionada.
Fuente: TN