Santiago Zemborain es un chico de 15 años con autismo. Su padre, Juan Zemborain, encontró en el ciclismo un vehículo no solo para entretenerse y pasar tiempo con su hijo, si no también para comunicarse.
“Con nosotros se comunica con las pocas palabras y frases que dice. Con gestos y con la mirada. Además, tiene un comunicador en la Tablet”, comenta Juan.
Comenzaron con esta actividad juntos cuando un médico le dijo a la familia que a Santi le faltaba tonicidad en sus músculos. Su primer acercamiento entonces fue con un triciclo, el cual dsgastó de tanto usar. A los 7 años aprendió a andar sin rueditas, y así comenzaron a compartir esta actividad a la par.
“Pedaleamos juntos sobre todo los fines de semana, feriados, paros, jornadas pedagógicas, cualquier excusa es buena. Tratamos de hacer 80 kilómetros por fin de semana. Según el tiempo que tengamos, vamos de San Isidro a La Gral. Paz, por el río o a Aeroparque a ver los aviones. Una vez llegamos desde casa hasta La Boca ida y vuelta”, cuenta Juan.
Fuente: LADO H