Lucas Hunter quiso que sus amigos repartidos en la capital española pudieran disfrutar una comida bien representativa del país y no sentirse tan lejos.
El objetivo es claro y bienintencionado: mitigar el dolor lógico que implica estar lejos el país de uno. El desarraigo se siente y se trata de superar con vínculos afectivos. En España vive medio millón de argentinos. La mayoría, en la capital Madrid. Entre ellos está Lucas Hunter, abogado, 33 años, proveniente de la localidad bonaerense de San Isidro.PUBLICIDAD
Lucas llegó sin trabajo a la península ibérica en enero de 2020, apenas un mes antes de que estallara la desconocida pandemia del coronavirus. Tuvo suerte y a mediados de año consiguió un contrato laboral en una empresa madrileña.
Desde el día uno se encarga de generar lazos entre los compatriotas jóvenes. Organiza salidas de fin de semana, juntadas en el Parque del Retiro y demás actividades para aliviar las consecuencias que implica el hecho de estar lejos de casa. Y vaya que lo logra.
Este 25 Mayo, fecha patria para los argentinos, subió la apuesta: hizo un gran locro que llevó casa por casa para todos quienes le pidieron una porción. Una buena e ingeniosa propuesta para que todos sientan que están un poco más conectados con la Argentina. Un “delivery patriota” que fue muy bien aceptado por este grupo de jóvenes argentinos.
Hizo las compras de la mercadería necesaria para preparar un locro bien criollo. Consiguió ollas de gran tamaño, aprendió rigurosamente la receta (es su primera vez) y se encargó de consultar vía redes sociales quiénes querían una porción. Para completar la misión alquiló un auto de esos que se consiguen en plena calle para llevar su “regalo culinario” a cada uno de los argentinos repartidos en la capital española.
Lucas vive en el barrio madrileño de Goya en un departamento compartido con dos “roomies”: un argentino y una mexicana. Piensa quedarse en España muchos años más. En San Isidro, Buenos Aires, quedaron sus padres y hermanos. Los extraña mucho, claro. Pero quiere hacer la experiencia de vivir y progresar en el primer mundo.
Cuando tuvo el ok de cada de uno de los contactos, arrancó en la noche madrileña del lunes 24 y llevó el locro puerta por puerta. Los compatriotas, ese puñado de jóvenes que en pocos meses formó lazos de amistad del boca a boca, de los posteos en redes sociales y de las salidas los fines de semana en la bella Madrid, pudieron saborear y disfrutar una cena bien argentina. El locro del 25 viene marchando en la Madre Patria.
FUENTE: TN