En los primeros días de diciembre, Darío Giusepponi alcanzó su sueño de conseguir el título de medicina.
Darío Giusepponi trabaja de lunes a sábados en la zona del Parque Independencia de Rosario como barrendero. En sus recorridas, durante los últimos 11 años, repasó cada materia de la facultad y este 6 de diciembre finalmente se recibió de médico a los 37 años.
Ahora, que solo restan los papeleos para tramitar el título que consiguió en la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, piensa en seguir cardiología como especialidad y analiza su futuro como profesional de la salud.
“El sueño esta cumplido o por lo menos la primera parte que era lo mas difícil”, dijo Darío. Consultado sobre cómo organizaba sus días para alcanzar este objetivo, dio detalles: “Medicina es una carrera bastante larga que tiene muchas horas de cursada y además de las horas de cursada tenés las horas de estudio, pero gracias a dios yo trabajaba a la mañana, cursaba a la tarde y estudiaba a la noche”.
Sin embargo, reconoció que hubo momentos en los que sus horarios se cruzaban. “Había veces que el cursado se me interponía con el trabajo o cuando tenia que rendir mesa de examen, que es solo a la mañana”.
Pese a ello, consiguió seguir estudiando y le agradeció al secretario general del Sindicato de Recolectores que, asegura, lo ayudó a no dejar de estudiar. “Siempre me apoyó, me decía ‘no seas pavo, seguí estudiando’. He tenido ese apoyo que sé que otra gente no lo tiene en su trabajo”, contó.
En el mismo sentido, recordó que su deseo de estudiar medicina comenzó en 2004, cuando terminó los estudios secundarios, pero que en ese momento la carrera tenía examen de ingreso y no logró entrar. “Después tuve que trabajar, pero en el 2011 dije ‘esto es lo que quiero para mi vida’”, explicó y aseguró que a partir de allí decidió retomar su sueño.
Darío hoy apuesta a especializarse en cardiología y analiza cómo será su futuro. “Es la parte que más me gustó cuando hice prácticas”, reconoció y agregó: “Al 2023 lo veo medio complicado pero para bien; arranca un ciclo nuevo en mi vida después de tantos años de esfuerzo, porque estuve estudiando 11 años en la facultad, y ahora tengo que ver cómo sigue la historia: si en un hospital o en el gremio, donde también me dijeron de ir a la institución a trabajar, pero todavía no he hablado nada”, explicó.
El próximo año deberá empezar la práctica final obligatoria, que serán ocho meses de cursadas en distintos centros de salud.
FUENTE: TN