“Quiero lío en las diócesis, los jóvenes tienen que salir, tienen que hacerse valer, tienen que salir a luchar por los valores”, pregonaba el Sumo Pontífice en aquel encuentro, mientras que en la previa sus fieles vitoreaban con alegría: “¡Esta es la juventud del Papa!”. En medio del masivo público se encontraba Maximiliano, también vocalista, y el resto lo vio por televisión, como Raimundo, que toca la batería electrónica y fue quien comenzó con la convocatoria a fines de 2017. Así surgió la banda de cumbia católica que hoy completan Ángelo en el bajo, Facundo en el guiro, Fátima en teclados, Juan en el sintetizador, y Rodrigo en timbales.
“Sin duda tuvo mucho que ver ese llamado que hizo el Papa a la juventud, que nos lo tomamos muy seriamente, y nació la idea de transmitir un mensaje a través de la música”, expresa Sabrina, de 26 años. Ella es maestra jardinera, en su tiempo libre brinda clases de apoyo escolar, y cuando sube a los escenarios le pone voz a hits como “Alma misionera”, uno de los covers que se viralizó. “Es muy loco que ninguno de nosotros se dedica a la música, si bien a todos nos apasiona, y alguna vez Maxi cantó en las parroquias y yo en las peñas de mi pueblo -antes de mudarse a Río Cuarto vivía en la localidad de Alejandro Roca- nunca habíamos hecho algo como lo que hicimos recientemente de tocar en público en varios lugares”, detalla.
“Hoy los chicos pueden pasar de la guitarra al bajo, del bajo a la percusión y de la percusión al charango, porque se dan maña para todo, siempre estamos listos para el fogón, pero ninguno estudió música, salvo nuestra tecladista Fátima que es técnica de piano”, indica. Vienen de compartir su música en tres escenarios: pasaron por Villa Gesell, por la localidad de Maipú, Mendoza y también por 9 de Julio, Provincia de Buenos Aires. “Nunca hicimos una gira como tal, pero esto fue lo de mayor magnitud hasta ahora”, aclara.
Un mensaje con ritmo
El nombre de la banda resume gran parte de su objetivo, y representa la esencia de su propósito. “Si bien yo no estuve desde el comienzo de la banda, porque antes había otra vocalista, y yo ingresé como reemplazo por única vez en noviembre de 2019 y me terminé quedando porque no pudo volver, siento que Toco para Dios representa la esencia del proyecto, la iniciativa, las ganas, y el llamado ardiente en el corazón de poner el servicio los dones en los que Dios nos ha favorecido yhacerlo para él”, aclara. Casi todos se conocían de vista o de nombre en Río Cuarto, pero desde que coincidieron en este proyecto se volvieron una comunidad de amigos con valores en común.
“Fuimos construyendo la confianza y el vínculo por los procesos compartidos, porque hemos sabido acompañarnos también en los altibajos personales, y si bien nuestra fe no nos quita los problemas de la vida cotidiana, sí hace que podamos apoyarnos entre nosotros como amigos, como hermanos, y nos hace vivir el día a día con esperanza, a partir de la alegría, de la sonrisa, el respeto, el cariño, la simpleza, la calidez, y esa la forma en que nosotros tratamos de vivir”, expresa. Además de los ocho que suben al escenario, hay otros dos personas que los ayudan con las redes sociales y la producción de los shows, Josefina y Magalí.”Incluimos un bloque cortito de cuarteto porque siendo de Córdoba nos debemos eso, y nos encanta”, expresa Sabrina, vocalista de Toco para Dios
Sabrina cuenta que todos se consideran creyentes, y que aunque la mayoría son católicos apostólicos romanos, hay algunas diferencias de pensamiento que conviven de manera pacífica en el grupo. “Todos creemos en Dios y en la Virgen María, pero hay dos integrantes que no son practicantes, que quizá no van a misa los domingos, pero en el transcurso de este camino no hay manera de que Dios no haya tocado sus corazones, y eso se ve reflejado en los momentos de oración antes de ensayar, donde le pedimos el Espíritu Santo, le entregamos lo vivido y lo que lo que va a suceder, y todos entramos en ese clima de manera muy respetuosa”, describe.
La vocalista sostiene que el respeto es uno de los “modos de Jesús” que buscan transmitir, y más aún cuando las formas de pensar son distintas. “Podemos no compartir algunas prácticas o las ideas de la institución, pero como banda tenemos un horizonte muy claro: el otro, el hermano, el prójimo, y a ese otro siempre intentamos llegar con alegría, y ya el ritmo que tocamos es bailable y alegre el cuarteto, pero también intentamos llevarlo con nuestra sonrisas y en los momentos compartidos debajo del escenario”, explica.
“Mientras sea para la Gloria de Dios, nosotros encantados”, asegura. Y aclara: “Ninguno de nosotros percibe un sueldo ni dinero individual por esto, lo hacemos porque nos gusta y porque en nuestra visión la banda más allá de nosotros, y si yo un día no puedo estar por alguna razón, vendrá otro que pueda hacer la misma tarea, con la misma convicción, porque lo importante es el motivo por el que lo hacemos”. Como se mueven en transporte público, lo único que piden es que les cubran los viáticos cuando los llaman para tocar, para poder acercarse hasta el lugar.
“Tenemos un fondo en común que llamamos ‘ofrenda’, que es un dinero mínimo que vamos recaudando para el mantenimiento de algunas cuestiones de los instrumentos y el armado del show, pero no cobramos por las presentaciones”, comenta. Algunas veces por más que le han explicado que esa es su forma de brindar un servicio a quienes les contratan, los han sorprendido con un aporte a voluntad. “En alguna que otra ocasión hemos dicho: ‘Bendito sea Dios’, porque no tocamos ni un peso del dinero, solo se usa para los gastos o imprevistos relacionados al show”, cuenta Sabrina con el carisma y la dulzura que la caracteriza.
Música al servicio de Dios
Convencidos de que la música y la fe pueden unirse de una manera divertida, apasionada y que puede despertar inspiración para otros jóvenes, suelen elegir canciones que se han convertido en clásicos de la Iglesia para el espectáculo que crearon de poco más de una hora de duración. “Nuestro repertorio tiene en su mayoría covers, algunas con pistas que ya fueron reversionadas a cumbia, y otras que pedimos permiso a algunos autores para adaptarlas nosotros”, detalla. También tienen un tema de su autoría, “Qué es de tu vida”, y acaban de lanzar el cover de “Mar adentro”, ambas disponibles en YouTube y en Spotify.La banda de cumbia católica proyecta nuevas fechas para ir con su show hacia donde los convoquen
“Las letras de las canciones tienen que ver con lo que hacemos, que es compartir el amor por la música, puesta al servicio de Dios, y también solemos hacer un momento instrumental donde aparecen temas actuales porque como jóvenes hemos escuchado cumbia villera, y todo el mundo baila, sacude el cuerpo, y después retomamos con cuarteto y seguimos con nuestro show”, repasa sobre el itinerario que crearon para disfrutar del momento sobre el escenario.
Estos días están disfrutando de las repercusiones de la viralización, y también confiesan que todavía “no caen” en la cantidad de miles de reproducciones que están alcanzando sus videos. Con respecto a los prejuicios y las críticas, sostienen que han sido en su mayoría comentarios positivos, que los alientan a seguir con su iniciativa. “Para nuestra sorpresa, muchos lindos mensajes, y como en todo, si llegan otros menos amables, uno elije con qué quedarse”, reflexiona Sabrina.
Próximamente se estarán presentando el 4 de noviembre en la provincia de Santa Fe en un encuentro diocesano, y el 11 de noviembre en Carlos Paz, ambos de entrada libre y gratuita. A través de su cuenta de Instagram -@tocoparadios- suelen compartir la información de las próximas fechas. “Una pequeña muestra del hermoso lío que se arma cuando celebramos a Jesús. Y vos, ¿te sumás a esta fiesta?”, escribieron en una de las publicaciones recientes, que tuvo más de 47.000 likes, con un guiño a aquellas palabras del Papa Francisco que atesoran como inspiración.