Mario Gutiérrez sabe muy bien que no hay ningún impedimento a la hora de hacer lo que le gusta. Deportista hace más de 30 años, con 58 de edad y en ningún momento se le pasó por la cabeza no luchar por sus sueños. Maratonista y una vida llena de travesías…
En febrero de este año, el atleta, que padece una discapacidad motriz por la secuela de una poliomielitis, cruzó la Cordillera de los Andes en handbike, una bicicleta de tres ruedas que se propulsa, dirige y frena con los brazos. Mario realizó la travesía junto al deportista cordobés Santiago Gutiérrez, que también padece una discapacidad motriz. En total, recorrieron 17 kilómetros, ascendiendo hasta unos 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Mario comenzó a realizar deporte a los 15 años en el Club de Gimnasia y Esgrima, ya habiendo pasado por todos los procesos de rehabilitación. Como sus padres no podían pagar las cuotas, él se ofrecía a limpiar y acomodar el gimnasio, a cambio de poder hacer actividades en ese lugar, aprendiendo muchísimo en todo lo relacionado a los entrenamientos. Además, hizo básquet sobre silla de ruedas, y en 1989, cuando cruzó la Cordillera de los Andes por primera vez en la historia del macizo andino, descubrió su pasión: el atletismo adaptado sobre silla de ruedas.
Mario nunca se rindió ni mucho menos. Y, cuando más se le complicó, encontró la resiliencia necesaria para salir adelante. El deporte es su vida. Considera que es un medio de acompañamiento al proceso de rehabilitación y que manifiesta inclusión y generosidad con sus pares.