En el año 2017, Belén Couso fundó Mujeres al Mando en Buenos Aires, la primera escuela de conducción de motos para mujeres, con el objetivo de empoderarlas en un ámbito que mayormente está dominado por hombres.
En diálogo con Viva, Belén recuerda cuando era chica se vestía como motoquera, “toda de cuero, como si tuviese una Harley Davidson y nunca en mi vida me había siquiera subido a una moto”. “En esa época yo iba de acá para allá con las bolsas de los productos de la empresa de mi vieja y un día, el diseñador gráfico de la marca, que era motociclista muy fanático, me dijo: ‘¿Por qué no te comprás una moto y ya?’”.
Tenía 20 años cuando se subió por primera vez a lo que la convertiría en una referente. Ese hombre le gestionó el diseño de una moto a medida para ella, estilo Harley Davidson, como le gustaban. Corría el año 2003, y no era común ver a una mujer en una motocicleta tan llamativa, y Belén sintió esa presión: se daba cuenta de que captaba las miradas, le sacaban fotos en la calle, se le acercaban hombres, algunos la felicitaban, otros se burlaban o incluso la perseguían.
“Empecé a entender que algo de eso generaba ruido. Siempre fui una rompe estructuras, me gusta interpelar. Cuando vi que algo raro pasaba, me metí con el tema. La moto no tiene género, es un vehículo. Entonces comencé a indagar sobre cuál era el déficit, cuáles eran las dificultades que hacían que más mujeres no se animaran a subir a una moto”,cuenta recordando sus primeros pasos.
Finalmente, en el 2017 se decidió a abrir su propia escuela de manejo de motos exclusiva para mujeres a la que llamó Mujeres al Mando, y se convirtió en la primera comunidad argentina de mujeres motociclistas que hoy reúne aproximadamente a 20.000 chicas.