Acompaña desde hace casi diez años a Nicolás Stupenengo, actor y director de cine que tras una lesión en su columna no pudo volver a caminar. “Es la mejor de todas”, dijo.
Nicolás Stupenengo tuvo un accidente hace más de quince años que le provocó una lesión en su columna que le impidió volver a caminar. Hoy es usuario de silla de ruedas y en la diaria cuenta con la ayuda de Sofía, su perra de asistencia.
“Es la mejor de todas”, repite una y otra vez Nico valorando la lealtad e incondicionalidad de la perra, entrenada por la Fundación Bocalán, y que “le cambió la vida”. “A mí en el trabajo me re ayuda. Se me cae una billetera, el celular y cuando no la llevo me doy cuenta que tengo que pedir ayuda a alguien o levantarla yo que me cuesta un montón”, comenta.
En cuanto a la asistencia asegura que al igual que los humanos puede tener sus pro y contra, pero cuando piensa en los contra que puede tener Sofía no los encuentra. “Estoy totalmente agradecido. Cuando va conmigo es como un pasaporte de alegría. Porque me acerco a un grupo y ya les veo la cara, pero voy con ella y le saca una sonrisa a todo el mundo”, revela.
Cuando Sofía está con su chaleco de asistencia, adquiere otra postura y cambia su actitud. Se dispone al servicio y se concentra. El chaleco es una señal también para que las otras personas no la toquen porque la pueden distraer.