Quien camine por las veredas de Almagro, si presta atención, podría encontrarse con obras en mosaico y la firma “Reacción rodante”. A pesar de su belleza, no se trata del arte, sino de una denuncia: donde está cada una de esas piezas, hubo un hueco o una baldosa rota sin reparar, lo que atenta contra la vida de personas con movilidad reducida.
La artista detrás de estas intervenciones es Sofía Bernasconi, de 45 años, quien sufrió una lesión medular a los 19 y se traslada en silla de ruedas desde entonces. Tiene una profesión administrativa, trabaja en un banco, pero el arte es su vocación y desde 2022, es una herramienta para hablar de accesibilidad.
De la denuncia a la acción
Después de los meses de rehabilitación a los que tuvo que someterse cuando tuvo el accidente, Sofía salió al mundo donde pasó los primeros 19 años, pero era totalmente distinto para ella. “Me encontré con un montón de barreras arquitectónicas: veredas rotas, rampas rotas, lugares donde no había accesibilidad”, aseguró el diálogo con TN.
Decidida a conservar toda la libertad posible, en 2005 se convirtió en voluntaria Acceso Ya. Esta es una fundación que investiga lugares cuya infraestructura no es apta para personas con discapacidad y radica denuncias en los organismos del Gobierno.
Sin embargo, Sofía estaba frustrada. Hacía los relevamientos, tomaba las fotos de las veredas y rampas rotas, las reportaba para que el organismo correspondiente hiciera los arreglos, pero no veía la solución al problema.
“Una tarde, iba con mi novio a su casa y llegamos a una esquina. Nos encontramos con una rampa con un agujero en el medio y le fui a sacar una foto para hacer la denuncia y él me plantea por qué yo no me ocupaba de hacer una intervención ahí, que hiciera algo con arte y que sea una denuncia también”, contó.
Sofía es alumna del Taller Escuela del Sur desde 2010, así que ya tenía experiencia en distintas artes como mosaiquismo y la técnica Tiffany para hacer lámparas y vitrales. “Con todo el aprendizaje, lo podía hacer. Mi novio me dijo que me iba a dar una mano. Tomé las medidas del agujero y empecé a pensar en un relleno porque no quería ponerle cemento y tapar ese hueco”.
Ese momento de claridad se dio en 2022 y luego de pensar durante un mes el diseño y el nombre artístico, hizo la primera instalación en el invierno de ese año, en la rampa ubicada en Rivadavia y Pringles. “El desafío era hacer esa intervención, no tenía pensado en que esto iba a avanzar más. Y una vez que lo hice, me dije, ‘tengo que seguir’, aparte de que la ciudad está llena de rampas y veredas rotas”.
No interviene todos los agujeros, sino que elige los espacios donde sea posible instalar la obra, ya que algunos son muy grandes y requieren reparación. Hoy, hay más de 30 mosaicos, principalmente en Almagro, donde vive Sofía. Con la ayuda de su novio, rellena los huecos con cemento para pegar la obra. Hacen el trabajo de noche para evitar que la gente lo pise.
“Estas instalaciones son denuncias en general, porque cualquiera puede caerse si mete el pie en un agujero: una persona que va distraída, una mamá con un cochecito, una persona con bastón. Es fundamental que las veredas y las rampas estén sanas”, dijo.
Su misión es que el mensaje llegue a toda la sociedad, que las personas piensen en cómo afectan a otros. “Si la rampa está sana, pero vos estacionás tu auto en la esquina y tapás la rampa, yo no puedo subir. Y si vos estacionás tu auto en una calle y tapás una parada de colectivo, yo no me puedo subir al colectivo porque el chofer no puede acercarse a la vereda y no puede extender la rampa, tampoco me está permitiendo moverme libremente. Es una denuncia en general para que la gente vea lo importante que es la accesibilidad. Que todos se planteen lo que podemos hacer por la accesibilidad”, remarcó.
Todos los diseños están inspirados en Alicia en el país de las maravillas, pero no solo aparece la protagonista, también hay imágenes del Sombrerero (en la esquina de Independencia y avenida La Plata), el gato (Don Bosco y Yapeyú) o el conejo.
“Yo quería transmitir un mensaje concreto y que todas las baldosas tengan un hilo conductor. Ahí pensé en el cuento, porque Alicia se cae en un pozo, que es lo que nos puede pasar a nosotros, caer en un pozo que está en la vereda. Y todo ese mundo de fantasía al que entra Alicia es mi mundo de fantasía: que todas las veredas estén sanas, que todos los comercios sean accesibles, que yo me pueda subir al colectivo, al subte, que todo sea accesible para todos”, explicó.
Desde que usa silla de ruedas, Sofía -al igual que todas las personas en la misma condición- no puede usar el subte. Por eso, rellenó el espacio de una baldosa rota junto a la entrada de la estación Río de Janeiro, de la línea A. El mensaje, más directo que los demás, dice: “Estación no accesible”.
Como la estación no tiene ascensor, Sofía no usa este medio de transporte. “Yo tengo una denuncia contra el subte y la respuesta que me dio la empresa es que tienen un plan de adecuación a 20 años. Yo trabajo a una cuadra del subte en Plaza de Mayo, pero recién voy a poder usarlo en 20 años”.
Reacción rodante en la comunidad
Sofía Bernasconi creó una cuenta de Instagram (@reaccionrodante) para compartir todas las baldosas decoradas. Su objetivo es crear conciencia, y lo está logrando. Ya tiene dos colaboradores en CABA y una mujer en Mar del Plata le contó que se inspiró para hacer intervenciones allá.
También fue contactada por una escuela en Las Flores, su ciudad natal, para ayudar a los estudiantes con una intervención. Sofía recibe invitaciones a charlas, mensajes de maestras jardineras que quieren inculcarles su mensaje a los chicos. Muchos también la saludan y felicitan. “Los seguidores me alientan siempre. Me gusta que la gente se cope y me diga que a partir de esto está más atenta”, aseguró.
Más allá de la reacción en las redes, Sofía aspira a que su mensaje no solo llegue a las autoridades, sino que transforme a la sociedad. No importa que el arte sea reemplazado. “Son obras que no sabés cuánto tiempo van a durar. Ya pasó con dos baldosas que levantaron y repararon la esquina. Es la misión del proyecto, mostrar dónde falta reparación. Y eso está bueno porque en algún momento, esa baldosa mostró que faltaba algo y si se reparó todo, está bien”, subrayó y aseveró: “Hay gente que piensa que es un reclamo al Estado y es verdad, pero también es una denuncia a la sociedad. Que todos se involucren y que no nos quedemos con el reclamo de lo que no hace el Estado. Yo lo que puedo hacer es una reacción. ¿Qué puede hacer cada uno con la falta de accesibilidad?”.
Fuente: TN