La pandemia le ha dejado muchos aprendizajes a la sociedad, uno de ellos es el vínculo de las personas con la naturaleza.
Saber apreciarla y disfrutala es un valor que debemos destacar y reconocer todos los días.
El vínculo con los animales no es menor, y entre ellos, en el sur de nuestro país existe una experiencia única: hacer snorkeling con lobos marinos.
En Puerto Madryn se encuentra una reserva natural de 500 lobos marinos donde se puede convivir con ellos en el agua e interactuar de una manera única.
Lucio Echeverría, instructor y gerente de Madryn Buceo, empresa que se dedica a realizar esta vivencia única le contó a Optimism este vínculo tan especial que se logra.
¿Cómo es la experiencia de hacer snorkeling con lobos marinos?
Es una experiencia única, estar tan cerca de los animales en su hábitat natural es verdaderamente increíble.
¿Cómo se comportan los animales cuando ven a las personas?
Son animales muy curiosos, son bastante sociables, si tienes suerte pueden acercarse tanto que los puedes tocar, son totalmente inofensivos.
¿Cuáles son las principales recomendaciones para quienes quieren hacerlo?
Escuchar todo el tiempo a los guías, tener paciencia con los lobitos, relajarse, ir sin miedo pero a la vez respetando las reglas del lugar.
¿Cómo es la excursión?
Es una actividad grupal, son aproximadamente 40 minutos que pasas en el agua buscando el contacto con los lobos, grupos pequeños, cantidad de lanchas limitadas, donde la interacción es 100% natural y es una actividad que no sólo se disfruta del momento en el agua sino que también realizamos un muy lindo paseo ya que en total tenemos 40 kilómetros de navegación.
¿Qué podes destacar de esta actividad?
La interacción con los animales y el poder aprender más de su comportamiento y de cómo respetarlos. Tanto de ellos como del resto de la fauna que se encuentra en la reserva.
¿Desde qué edad se puede hacer?
A partir de los 6 años de edad, y sin limites finales, ya que es una actividad que requiere poco esfuerzo, no es necesario ni saber nadar.
Contanos alguna anécdota que recuerdes
Una anécdota divertida fue ir a nadar con cachorros recién nacidos, son muy curiosos y se te suben a la cabeza, al cuerpo, te muerden, quieren jugar todo el tiempo, estos ingresan en la mejor época que es de abril a septiembre.
