Junto a decenas de niños y niñas, se llevó a cabo la inauguración del predio.
El sueño de un Polideportivo en el corazón del Barrio 31 se hizo este martes realidad, con la inauguración del predio al que se le dio el nombre conjunto de Polideportivo Padre Mugica-Lucía Cullen, en medio de un “festival” de distintas disciplinas deportivas protagonizado por decenas de chicos y chicas de diferentes edades. Bajo el enorme espacio techado, un grupo de niñas se “calzaba” los guantes de boxeo y en un ring improvisado sobre un tapete de goma, “jugaban” a pelear para llegar a un final, siempre con dos ganadoras.
Un grupito de niños y niñas practica Taekwondo, mientras algunas niñas más hacían ejercicios entre conos y escaleras fijas, todo ante la atenta mirada de supervisoras que acompañaban alegremente la diversión de las más pequeñas. En un sitio lindante, también bajo techo, la cancha de básquetbol era escenario de una práctica intensiva de chicas y chicos que, pese a su escasa altura, se esforzaban por ubicar la pelota en el aro.
La recreación era el común denominar, aquí y más allá, en la cancha de fútbol que, con un césped casi impecable, recibía las corridas de niñas, divididas en dos equipos, perfectamente equipadas. “Esto es un sueño hecho realidad”, dijo Mónica Santino, a cargo del equipo femenino de fútbol y una de las impulsoras de este proyecto, finalmente concretado.
Los niños y niñas corren alrededor, ajenos al movimiento de los funcionarios, se entremezclan en la recorrida haciendo picar la pelota de básquet, o corriendo detrás de la pelota de fútbol, despreocupados de cualquier protocolo. “Yo estoy aprendiendo a jugar al básquet”, dijo una pequeña de apenas siete años, de nombre Ludmila, mientras intentaba vanamente hacer llegar la pelota al aro, hasta que una compañerita, un poco más grande le confió un “secreto” para poder elevar la bola y así lograr acercar bastante más la puntería.
En la cancha de básquetbol, Joaquín junto a un grupo de varios chicos, vestidos con casacas a rayas verticales rojas y negras, disputaban un “partido” jugado solo en la mitad de la cancha, mientras, del otro lado, practicaban las niñas.
Más información
- Las obras incluyeron la puesta en valor, ampliación, refacción y refuncionalización del antiguo edificio ferroviario Taller Saldías, para convertirlo en un centro educativo y deportivo, un nuevo espacio que cuenta con tres sectores claramente diferenciados: uno cubierto bajo losa y cerrado que alberga dos aulas taller, administración, depósito, buffet, sanitarios, baños para personas con movilidad reducida y áreas de usos múltiples.
- Además, cuenta con un espacio semicubierto bajo parabólico que alberga una cancha multipropósito y sanitarios, mientras que, en el exterior, se realizó la puesta en valor y refacción del edificio existente, construcción y reparación de muros interiores y exteriores, construcción de solados y cancha de césped.