POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
Rosario Agostini es una periodista jujeña que se hizo viral por una crítica hace unos años a Marcelo Tinelli. Lejos de ser una oportunista, Rosario tiene la, según ella define, “utopía de seguir defendiendo el rol del periodista como una persona indicada para incomodar”. Con una mirada oscura sobre el periodismo actual, vale la pena repasar esta charla con ella.
-¿Querés contarnos tu camino hasta acá como periodista?
Desde muy chica entendí que lo importante del periodismo es comprender que hay que incomodar. Nunca voy a perder la utopía que abracé durante años. Si no existe eso, el periodista se convierte en un “periodista mercantilista”; es importante hacer un sacerdocio de la profesión. En cuanto a mi carrera, comencé en Radio Nacional de Jujuy, donde recibí amenazas, y tuve que dejar porque ponía en riesgo mi familia. Es que en la provincia hay poco mercado para el sector privado, entonces la pauta oficial siempre está presente. Eso ha condicionado parte de mi carrera. En un momento decidí comprar lo que necesitaba para hacerlo y armé mi propio medio sin que nadie sepa donde estaba el estudio. Un día mi socia puso una camarita, y fue cuando realicé esa crítica a Marcelo Tinelli que se viralizó. Yo era una tuitera más, y con ese video todo se convirtió en algo difícil de manejar. Así y todo trabajé en Radio Perfil, y La Nación, lo que me sirvió mucho para mostrar la historia de Milagro Sala.
-¿Cómo está actualmente el rol del periodista?
El rol ha sufrido una desvalorización, una mercantilización tanto del silencio, como de la opinión. Nuestro rol genera pensamiento crítico, mostrar el poder tal cual es, y para una sociedad que no tiene tiempo ni formación para ir detrás de cada noticia que el poder quiere ocultar, nuestro rol es mostrarlo. En muchos casos el periodista se ha convertido en operador de intereses que nada tiene que ver con el rol originario de periodista. Ojo, quiero destacar que el periodismo no es solamente el que se ve por televisión. Es fundamental que siga creciendo nuestra profesión con el rol que merece.
-¿Y el rol de la prensa en el país?
El problema que veo en los grandes medios de nuestro país es el centralismo, y la incapacidad de producción de contenido de las noticias que no están en el centro neurálgico del país, o del poder. Es muy difícil en tres minutos de aire, cuando te corre un productor para ver cuánto estás midiendo y un conductor te interrumpe, poder contar la realidad que se vive. Hay una cuestión de negocio que hace que sea complejo el ejercicio del periodismo en profundidad.
-¿Cómo es ejercer el periodismo desde una provincia?
Ejercer el periodismo en una provincia feudal es una aventura compleja, es confrontar con el poder, y eso vincula a todos los integrantes de la sociedad de alguna manera. El problema no es solamente quién gobierna, sino cómo mira el pueblo a ese gobierno. Hacer periodismo con pensamiento crítico te convierte en un paria hasta para tus familiares. Alguien de tu familia siempre está vinculado directa o indirectamente con el Estado, ya sea trabajando, militando, o siendo candidato de otro partido: es todo así. En los momentos más difíciles estás en soledad, y priman las acusaciones o cuestionamientos. Mi objetivo es solamente que puedan cambiar su mirada.
-Tuviste algunas notas virales que recordamos como la de Macri luego de las elecciones, o la dura crítica a Marcelo Tinelli, ¿cómo te trató la gente, y los medios después de eso?
Somos especiales en Jujuy, pero por suerte siempre tuve los pies sobre la tierra. No soy muy apreciada en los medios grandes por haber tenido esa explosión de esa manera, por ser rebelde, porque siempre intento romper el status quo; y por suerte funcionó con los medios nacionales que se interesaron en creer en lo que decía una periodista que ellos desconocían. Lo importante a fin de cuentas es que mi información siempre sea certera.
-¿Algo más que quieras agregar?
Agradecer a quienes han creído y seguirán creyendo en mí, y también a quienes colaboraron para que la información de Milagro Sala se haga pública. La gente de La Nación, Perfil y el equipo de Lanata fueron muy importantes para conocer lo que vivíamos en nuestra provincia.