Ramadán. Un mes de esfuerzo y solidaridad

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POR MELODY AMAL KABALÁN KHALIL*

Los musulmanes  en todas partes del mundo estamos recibiendo el bendito mes de Ramadán, caracterizado como el Mes de la Misericordia Divina, siendo este el mes de DIos (Glorificado sea).

Ramadán es identificado fácilmente como el mes en que los musulmanes nos abstenemos de todo tipo de alimentos y  bebidas durante el día. Pero va más allá de esta obligación para quienes gozan de buena salud, constan de una edad saludable y madura.

La comunidad islámica internacional, 1800 millones de fieles  cumplimos con  la responsabilidad más grande: combatir el ego, colocarnos aún más en la piel de los necesitados a través de la constante caridad, alimentar a los  no pudientes y acompañar a quienes se encuentran solos o enfermos.

En este mes los actos tales como el rezo, súplicas y la lectura del Sagrado Corán aumentan. Siendo el mes de Ramadán el mes en que ha descendido la lectura generosa considerada guía para la humanidad según la creencia islámica. Como dice en el capítulo “La Vaca”  – aleya 185: En el mes de Ramadán fue revelado el Corán como guía para la humanidad y evidencia de la guía y el criterio…”

El noveno mes del calendario lunar, el mes en que las puertas del Paraíso permanecen abiertas nos pone a prueba el corazón y nuestra capacidad para obrar con Misericordia como se basa  los principios del Islam revelado así en el Sagrado Coran  y  comprobado con la tradición profética.

Cabe destacar que desde nuestra Instituto tomamos oportuno este bendito mes para pensar en comunidad sobre la equidad de los hombres y mujeres en los espacios comunitarios y sus oportunidades y derechos.

La primera aleya coránica sobre este mes descendida a través del Arcangel Gabriel al sello de los profetas, Muhammad (Dios este complacido con él, su familia y fieles compañeros) dice: “¡Oh creyentes! Se os ha prescrito el ayuno como se les prescribió a los que os precedieron para que os resguarden”

La continuación de los mensajes anteriores al Corán se reflejan en esta aleya, símbolo de comunión entre los textos anteriores al Sagrado Corán.

Una oportunidad más para trabajar por el diálogo y la convivencia entre los credos, que en el caso de Argentina convivimos en paz demostrando el valor que ocupa el respeto por la diversidad entre los credos.

El propósito de este mes de sacrificio y de noches de introspección es perfeccionar nuestra ética y modo de vida más allá de Ramadán.

* La autora es presidente del Instituto Islam para la Paz.

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