Pintó un cuadro de Messi, lo conoció en persona y viajó a Qatar

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Claudia Pérez hizo un retrato del crack rosarino que despertó una ola de repercusiones. En diálogo con Infobae, recuerda cuando estuvo frente a frente con La Pulga y el inesperado pedido de Rodrigo De Paul

Desde el centro de Doha, la capital de Qatar, Claudia Pérez charla con Infobae. “No sé ni cómo llegué, todavía no puedo creer que estoy acá”, es lo primero que dice la artista plástica que viajó hace un mes y medio al país donde se disputará el Mundial 2022, gracias a las extraordinarios retratos que hizo de Lionel Messi y Rodrigo De Paul. Con la humildad que la caracteriza, y el alma de una soñadora resiliente, narra cómo fue el momento en que La Pulga le firmó el cuadro y la emoción de tenerlo frente a frente.

“Tardo entre 20 y 25 días en hacer una obra, porque tienen mucho detalle y las estoy haciendo en un formato de más de un metro”, detalla. Al momento de la entrevista ya es medianoche en los Emiratos Árabes Unidos, pero Claudia sigue pintando. Trabaja a contrarreloj para cumplir con todos los pendientes, mientras la Copa del Mundo ya está a la vuelta de la esquina.

“Alcancé a hacer una de Paulo Dybala, porque siendo cordobés no me podía faltar, y después hice a pedido también una de Neymar y de Cristiano Ronaldo; pero me hubiera gustado pintar a todos los de la Selección Nacional, solo que no me daban los tiempos”, revela. Oriunda de Avellaneda, una localidad de 200 habitantes ubicada en el departamento Ischilín de la provincia de Córdoba, cuenta que es autodidacta y aprendió por su cuenta la técnica del óleo en un momento bisagra de su vida.

 “Cuando era joven hacía retratos a lápiz y me especialicé en eso, pero cuando me casé dejé de pintar por varios años por problemas personales”, confiesa. Después de divorciarse se reencontró con el arte, pero implicó volver a empezar de cero, de manera literal. “No tenía nada, ni mesa, ni sillas, ni mucho menos pinceles, y pensé: ‘Sino tengo pincel lo pinto con los dedos y veo si me sale’”, rememora.

“Cuando empecé a pintar al óleo, capaz podría haber comprado un pincel, pero no me solucionaba nada porque necesitaba variedad, y si gastaba 2000 o 3000 pesos en materia prima, era un plato de comida para mi familia, y no sabía si me iba a salir porque era mi primera pintura”, agrega. Es madre de cuatro hijos, y puso todo su empeño para que esa ópera prima fuese un boleto de ida a la vida que quería vivir.

"No sé ni qué hora es porque estuve todo el día pintando", cuenta Claudia Pérez en diálogo con Infobae, mientras recuerda sus inicios pintando caballos

Así nació un retrato de caballos que compartió en sus redes sociales, y le interesó a un cliente árabe que le encargó el primer pedido. “Fue increíble que alguien de tan lejos me pidiera una obra, y desde ahí arranqué a trabajar; obviamente que después de venderle el cuadro y enviárselo por una aerolínea, compré pinceles y todo lo que me hacía falta”, manifiesta, con el mismo alivio que sintió en ese entonces.

El boca a boca generó que fueran conociendo su talento, y sus obras llegaron a lugares que le parecían los más remotos, con encargos que viajaron hasta Dubái. Desde 2015 hasta este 2022 construyó su camino como profesional, adquirió prestigio, elogios y vivencias únicas. Sin embargo, en vistas del Mundial, su inspiración se tornó celeste y blanca. La pasión como hincha del equipo, y la tristeza que todavía siente por la partida de Diego Armando Maradona, la llevó a volcar su gratitud en las pinturas.

“Fueron muchos factores que se combinaron, entre la pandemia, el no poder viajar ni enviar mis pinturas, la partida de El Diego, y el dolor que sentimos todos”, reflexiona. Cuando murió el astro del fútbol, hizo un retrato en homenaje, y no tardó en viralizarse. Siete meses después la Selección argentina ganó la Copa América 2021, y se propuso la misión de honrar al equipo después de un triunfo tan esperado, tras romper la racha de los 28 años sin salir campeones.

 “Retratar a Messi era uno de mis pendientes, pero hay muchas pinturas de él, de artistas súper talentosos, una mejor que la otra”, destaca Claudia. La mayoría elegía la imagen del crack rosarino besando la copa, pero ella tuvo otro enfoque. “Lo vi mirando hacia abajo, acomodándose el brazalete de capitán, con la barba medio de perfil, y me impactó”, sostiene.

La primera obra que hizo llamó la atención de un comprador árabe y fue el comienzo de un renacer como artista

Proyectó en su mente cómo replicaría la foto que originalmente era en color, y optó por el blanco y negro para realzar los colores de la camiseta. Jornadas de 8 horas sin parar para reflejar cada detalle, otras de diez, pequeños descansos, frenar para comer una picadita de parada y continuar. Ese fue la rutina durante casi un mes para que se hiciera realidad tal como lo soñó.

“Algo especial pasa con esa pintura, sino no hubiera llegado hasta acá. No es lo mismo ver el cuadro personalmente el cuadro, pero muchos me dicen que se les eriza la piel, los conmueve esa expresión que tiene de amor, el orgullo por lo que lograron y su agradecimiento al rol que ocupó en todo el campeonato como líder”, reflexiona la autora de la obra que no solo recorrió las redes sociales, sino que llegó a los ojos del propio Messi, y también generó un pedido de Rodrigo De Paul.

El encuentro con Messi

Durante un viaje a Buenos Aires empezó la crónica del suceso que atesora y revive con emoción en cada palabra del relato. “Una chica me pidió sacarse una foto con la pintura, y me dijo: ‘Se la mandé al hermano de Messi, dejame tu número’; yo se lo di, pero sin imaginar nada, y al otro día me contacta y me dice: ‘La Fundación Messi de Rosario quiere encargarte una pintura, y preguntan cuánto le cobrás, y cómo sería el tema del envío’”, comenta.

De vuelta en su Córdoba natal, y con la sensación de que no podía ser real ese mensaje, siguió charlando con aquella muchacha, que resultó tener conexión directa con quienes trabajan en la entidad sin fines de lucro. “Me pasó la captura de los chats de Messi con su hermano y había pasado dos fotos, una besando la copa y otra arrodillado; y el hermano puso: ‘Le gustan éstas dos, pero el loco no se decide, así que mejor que ella elija una’”, revela. Conmovida y con mucho respeto, asumió la decisión y pintó la que estaba de rodillas en el estadio de Maracaná.

 “Después fue la Finalissima, que ganamos contra Italia, y era todo alegría, entonces me contactaron de nuevo para preguntarme si ya tenía lista la obra. Me dijeron: ‘Messi ya está en Rosario y quiere firmarle para que le quede autografiada para la Fundación’”, narra, mientras la invade una sonrisa porque la remite al final de una historia inédita. Y continúa: “Eran las tres de la tarde y yo estaba a ocho horas de Rosario, así que tenía que salir ese mismo día, con las dos pinturas, la que hice yo en blanco y negro, y el encargo”.

Desde la muerte de Diego Maradona, la artista cordobesa hizo varias pinturas del Diez para homenajearlo

La dificultad de no poder trasladarse en colectivo por el tamaño de las obras, no la frenó y organizó la travesía en tiempo récord. “Conseguimos un auto y llegamos de madrugada, con la idea de hacer guardia un rato porque nos habían dicho a qué hora iba a salir, más o menos, en el country donde estaba”, explica. Su hija menor, de 21 años, la acompañó, y otros dos amigos que la ayudaron para que los cuadros lleguen intactos. Estuvieron varias horas en la entrada, monitoreada por la seguridad del barrio privado, hasta que sucedió el esperado momento, con un giro que Claudia no se vio venir.

“Había muchos obreros trabajando cerca en una especie de zanja, y cuando finalmente sale Messi, se acercaron todos y coparon el auto de una manera increíble”, cuenta con un tono tragicómico. “Messi adentro de la chata, y los obreros que le metían el brazo lleno de tierra debajo de la ventanilla y le decían: ‘Firmáme acá para tatuarme mañana’, y él firmándole a cada uno”, agrega.

“Mi pintura encima era enorme, no me podía meter con todos ellos ahí, y Antonela (Roccuzzo), que estaba del otro lado, me hace unas señas para decirme que no podían abrir la puerta para subir la pintura, y que me comunicara con la fundación para que nosotros se la llevarámos después”, asegura. Pero la rendición no está en el vocabulario de Claudia, guerrera de batallas que guarda en su interior como valioso aprendizaje, y esperó unos minutos para analizar el panorama.

 “Sabía que en ese contexto había solo dos opciones: o me sacaba una foto yo con Messi o le acercaba las pinturas para que las firme, porque en el poco tiempo que había y con toda la gente alrededor, no daba para mucho más”, explica. En medio de la emoción por estar tan cerca del futbolista, eligió pedirle el autógrafo. De todas formas, algunas fotos del instante en que la mirada del rosarino coincidió con la de Claudia, quedaron como recuerdo invaluable, al igual que la firma en las pinturas.

“Mi hija, que iba para pedirle un saludo para otra amiga, cuando Messi le habló ella se largó a llorar, se tildó y no le pudo decir ni una palabra”, revela. En perspectiva, asegura que a ella le pasó algo similar: “Siempre me preguntaban qué le diría si un día lo veía en persona, y yo tenía en mi mente todo un testamento para decirle, pero lo vi y me olvidé de todo”.

"Me estoy quedando a diez cuadras del centro, donde se reúnen para los banderazos, y la verdad es que si salís con la camiseta argentina es una locura el fanatismo que hay", asegura Claudia Pérez

 “Mirando las fotos me di cuenta que yo le di el fibrón en la mano, porque ni registré eso en ese momento, y pensé que se lo había dado alguien de ahí”, confiesa entre risas por ese “toque de manos” que jamás olvidará. El siguiente capítulo de la mágica secuencia incluye a De Paul, que la contactó para pedirle otra pintura, justo antes de que considerara viajar a Qatar.

El encargo de Rodrigo De Paul

El centrocampista le encargó que replicara una imagen que en la serie Sean Eternos: Campeones de América –disponible en Netflix- definió como “una de las mejores fotos de su vida”. Cariñosamente, Claudia lo apoda Rodri, y vuelve a sentir nerviosismo y respeto cuando piensa en que pronto le entregará la obra personalmente.

“No era fácil de hacer, y cuando él me habló yo le había dicho de hacer otra, pero me dijo que le gustaría más esta porque era muy especial para él. Me detuve muchas horas en el detalle de los ojitos de De Paul, que están brillosos, casi a punto de llorar”, revela. Cada cinco días el jugador de fútbol se comunicaba para preguntarle cómo iba avanzando, y ella le mandaba muestras del retrato. Y trae a colación una duda: “La que eligió es con Messi, y lo que nunca le pregunté es si es para él la pintura, porque en un momento pensé: ‘¿Se la querrá regalar a Messi?’”.

A través de las redes también le llegó una invitación que la descolocó: le ofrecieron participar en el Qatar International Art Festival. Los gastos del pasaje y hotel correrían por su cuenta, así que lo vio como un imposible, hasta que recurrió a la creatividad y los contactos que fue haciendo en estos años.

Las fotos del momento en que estuvo frente a frente con Messi. "Lo mirás y te quedás en blanco", confiesa entre risas

“Tenía pagos los metros del stand de la exposición, pero nada más, así que llegué con 200 dólares prestados a Qatar”, confiesa. Y explica: “Busqué en mi WhatsApp a todos los clientes que tuviera agendados con la palabra ‘Qatar’, porque sabía que había vendido algunas obras, pero no me acordaba todo el nombre completo; y me aparecieron tres personas”. Les escribió para ofrecerles nuevas obras y generar más ingresos económicos, con la intención de comprar los boletos aéreos.

“Milagrosamente me dijeron que estaban necesitando pinturas lo antes posible, pero les expliqué que de caballos no tenía nada hecho, solo de futbolistas”, detalla. Logró el cometido y con los adelantos que le brindaron pudo cubrir algunos gastos. Con humor, confiesa: “Tenía el respaldo de la pintura de De Paul, porque yo cuando hago algo a pedido pido el 50% del total para la compra de materiales, y el 50% restante después cuando lo entrego, pero yo sentía que a De Paul no le podía pedir un anticipo, me daba cosa”.

Asume que en realidad los primeros días “no tenía ni una moneda”, porque los insumos para las pinturas al óleo cuestan caros, pero con el correr de las semanas fue recuperando la inversión. “Finalmente estuve en el festival de arte, que eran 250 artistas de 70 países, y yo era la única argentina”, comenta con orgullo. Cuando le hicieron entrega de una mención especial por su participación y un trofeo, se lo dedicó a Messi y De Paul.

La artista cordobesa llevó el retrato del crack rosarino a la capital de la Qatar y todavía tiene que entregarle a Rodrigo De Paul la obra que le hizo a pedido

“Fue todo a pulmón, y por eso lo valoro muchísimo más. Cuando es tu sacrificio, cuando no es nada que te cayó de arriba, no pasa por lo que tengas en los bolsillos, sino por la satisfacción de haber llegado”, sentencia. Además está feliz porque también pudo viajar uno de sus hijos para acompañarla durante la experiencia, y expresa emocionada: “No tenía para venir yo y ahora lo pude traer a él; es increíble porque nos vamos a quedar tres meses, habiendo tantos millones de argentinos que quisieran estar acá, y no pueden”.

“No me siento ejemplo de nada, pero vivir del arte es muy difícil, y me escriben muchos pintores diciéndome que la locura mía los incentiva un montón para no rendirse", expresa emocionada desde Qatar

Madre e hijo comparten la pasión por el arte, y como el joven es tatuador, podrán participar juntos del Qetai-Fan Fest. “Tenemos todo armado ya, vamos a exponer ahí los treinta días del Mundial, y como acá el tatuaje no está permitido estuvimos averiguando; resulta que para la comunidad latina y argentina en este evento sí se puede, y como hay muy pocos que tatúen, él va a estar tatuando”, cuenta.

FUENTE: INFOBAE

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