POR SEBASTIÁN KALIK
El arte está en todos lados, en la calle, en nuestras casas, en aquellas cosas mínimas que pasan frente a nuestros ojos cada día. El arte nos lleva a vivir experiencias únicas, momentos trascendentes y sentimientos nos conmueven.
Pablo Novak, es actor, músico, autor y director de teatro argentino; es también entrenador ontológico profesional y profesor de actuación. Con él conversamos sobre el arte y cómo trasciende en nuestras vidas.
¿Cómo se desarrolló tu interés por la enseñanza artística?
Estoy hace 14 años con una escuela que cada año va mejor. arranqué con un solo grupo los primeros años, un poco para despuntar el vicio de la docencia que siempre me gustó, y aparte yo fui muy buen alumno tanto de colegio como de escuelas de teatro: estudié teatro de los 8 años hasta los treinta y pico sin parar, o sea, tuve grandes maestros tanto los que me enseñaron como los que me dirigieron en obras, así que tenía mucha técnica más allá de 30 años de carrera como actor. pero la última década fue reforzando a full mi docencia y ahora tengo mi propio método, está sistematizado y me estoy dedicando muchísimo. Fui soltando un poco la idea de enseñar sólo a actores o gente que quiere ser profesional, sino que en mi escuela hay un promedio de mucha gente empresarial y profesional, de más edad que la que generalmente van a estas escuelas, que en general tienen veintipico, y anda cada vez mejor.
¿Cómo fueron tus primeros pasos en el mundo del arte y la actuación?
Yo vengo de una familia de artistas, mi papá Chico Novarro, que se murió hace unos meses, y fue un gran compositor y cantante, también actuó en películas y laburó mucho en la tele. Yo desde chiquito que me crié con un papá famoso y que todo el mundo quería, lo sentí como una continuidad dentro del ambiente artístico. También me crié con grandes artistas que venían a casa y que compartían con mi viejo espectáculos de índole actoral y también de talentos musicales, así que para mí era una continuidad, era sentir que estaba en lo mío. Yo estudiaba teatro desde muy chiquito y a los 18 tuve mi primer rol en una película, después a los 20 en otra que fue muy importante porque ahí protagonicé “La Noche de los Lápices” y a partir de ahí no paré de trabajar nunca.
¿Qué diferencias sentís que hay entre la enseñanza artística y otras disciplinas?
Yo siento una mezcla porque me parece que lo artístico y lo creativo le viene bien a cualquiera, inclusive en cualquier disciplina. En esta última década me dediqué al coaching y voy mucho a empresas a enseñarles oratoria y a capacitar para dar charlas y desinhibirse. Me parece que el coaching ahí conecta ambas cosas, en mi escuela hay mucha gente de empresas y de otras disciplinas y les viene bárbaro, así que me parece que está muy conectado, la enseñanza artística es muy especial. Yo creo que mi escuela no se parece a ninguna ya que soy músico, actor, autor, director y además soy curioso de las conductas humanas, cosa que se va mezclando en todo lo que voy haciendo.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentan los estudiantes de arte hoy en día?
No son sólo los estudiantes de arte, todos estamos teniendo el desafío de la velocidad con la que las cosas están cambiando en un montón de cuestiones, en un montón de rubros y creo que es de la telefonía celular e Internet en adelante. Hay un montón de profesiones nuevas, profesiones que ya no existen y la inteligencia es adaptarse a esos cambios. Creo que el desafío es básicamente la transformación digital.
¿Qué papel juega el arte en el desarrollo personal y social de los individuos?
El arte es fundamental, por ejemplo la música, sin la música la vida sería muy aburrida. A través del arte y sobre todo a través del humor, por ejemplo, puedo decir grandes verdades e importantes realidades. Yo creo que soy un comediante y me encanta hacer chistes y todo el tiempo hacer reír. Me parece que eso es sanador para el que hace reír y para el que se rie, así que me parece que el arte es muy amplio, pero es sanador para todos.
¿Cómo pueden las artes contribuir a la formación de una sociedad más inclusiva y consciente?
Yo creo que hay que ser abierto y que en el arte y el humor no debería haber límites. Me parece que muchísima gente hoy confunde ficción y realidad, y cree que hacer un chiste es real, cuando hacer un chiste es ficción y tiene una causa noble, que es hacer reír. El problema es que últimamente el humor a veces ofende a algunas personas y me parece que el arte no tiene que tener censuras, bajo la parodia, bajo el humor, hay que bancarse la que venga y si no te gusta, no consumas ese artista, pero me parece que ser inclusivo es justamente al revés, es ser consciente que el arte está para decir cosas, para criticar y hay que tener cuidado de no autocensurarse.
¿En qué proyectos estás trabajando actualmente y cuáles son tus planes futuros?
La verdad que tengo 6 trabajos, así que estoy a full. Con el coaching, mi escuela de actuación, escribo y dirijo obras para microteatro, que son obras de 15 minutos en un lugar divino que está hace 78 años y hago tres o cuatro puestas por año ahí, algunas inclusive con alumnos. Estoy haciendo radio con Alfredo Leuco en Radio Mitre los domingos de 10 a 13, el programa es Le doy mi palabra. Estoy haciendo un espectáculo con Roberto Antier que es un café concert con música y humor muy divertido, así que tengo un año que mis planes son más que nada irme de vacaciones en algún momento y parar un poco la pelota, porque por suerte no paro de hacer cosas.
Mirando hacia atrás, ¿qué momentos o logros destacarías como los más significativos en tu carrera?
Hay un montón de cosas que estuvieron buenas, el arranque en La Noche los Lápices, el empezar a vivir de lo que me gusta, tuve la suerte siempre de trabajar en lo que me gusta y eso ya es un gran logro. Trabajar con mi papá Chico Novarro en muchos escenarios e incluso dirigirlo y acompañarlo también en la creación, ahora también tengo la suerte de que mi hijo se puso a asistirme. Él quiere seguir mis pasos de actor también, así que me parece muy significativo que hace muy poquito tiempo se puso a laburar conmigo y nos hace bien a los dos.
¿Qué te gustaría dejar como legado en el mundo artístico?
Cuando pienso en legado, podría pensar en algo que hereden mis hijos de mí y me parece que la parte del humor y la parte de la ética son dos cosas que a mí me parecen muy importantes. Me gusta la Justicia, me gusta actuar en coherencia con lo que pienso y decir lo que pienso, ser sincero. En el mundo artístico no tengo muy claro, sé que no paro de hacer cosas, tengo un montón de obras escritas y a la gente le divierte y le gusta lo que yo muestro, me siento hermanado y empático, pero no tengo pensado un legado a futuro.