POR SEBASTIÁN SAAVEDRA
Miguel Antonio Martín, más conocido cómo “Oficial Gordillo”, tuvo una temporada de verano excelente en Carlos Paz. Entre función y función, nos abrió las puertas de su historia para contarnos cómo llegó a ser el comediante que hoy no para de llenar teatros.
“Yo creo que todo esto arranca en la escuela primaria, me gustaba payasear”, arrancó Miguel en su charla con Optimism.
-¿Cómo fue el camino para llegar a ser el “Oficial Gordillo”?
Todo arranca en la escuela primaria, donde me postulaba si había que hacer alguna obra o actuación. Lo mismo en la secundaria. Luego me puse a estudiar analista de sistemas, pero en los tiempos libres me gustaba hacer humor. De a poco se me fue dando de hacerlo en fiestas. Y después en fiestas mejores. Y después en teatro chico, mediano, y más grande. Se fue dando.
-¿Cómo es hacer humor en Argentina ?
Hacer humor en Argentina es hermoso. El argentino se ríe de sí mismo, tiene mucho sentido del humor. Por ejemplo en Tucumán (Miguel es tucumano) nos reímos de cómo hablamos. En otros lugares del país también son muy divertidos, por ejemplo Córdoba que es la tierra madre, mejor dicho, la madre patria del humor. El argentino tiene buena vibra, es buena onda y disfruto haciéndolos reir.
-¿Cuán necesaria te parece la risa?
La risa es muy necesaria. Eso lo aprendí de mi viejo y no tengo dudas. Mi papá tenía muchos quilombos y siempre se reía de lo que le pasaba. Era su manera de canalizarlo, ¡incluso hasta en los velorios de familiares hacía algún chiste para amenizar la situación! El humor te salva el día.
-En cuánto al material, ¿cómo lo componés?
El último show que hice el 90% son historias propias. Pero ojo, también robo ajenas. La gente te deja historias servidas todo el tiempo: en una sala de espera, en un micro. Es gracioso escuchar las historias que un amigo le cuenta a otro. Y ahí es donde empiezo a robar (risas). También la gente me manda cosas por las redes, y de todo ese menjunje se va nutriendo el nuevo guión del show.
-En estos momentos de pandemia, ¿qué experiencias te tocó vivir en cuánto a la dificultad laboral, y la necesidad de hacer reir a los demás para pasar ese mal momento?
Bueno, nos tocó vivir muchas angustias, preocupaciones, todo lo que tiene que ver con la salud. En cuanto a lo laboral… Creo que de eso se trata la vida, hay que ir sorteando todos los obstáculos. Todo pasa, y todo va a estar bien. En ese lapso más duro de la pandemia hicimos publicidad en redes sociales, streaming con entrada, y tuvimos 3 experiencias que sirvieron para “zafar la olla”, como se dice. Ahora, y de a poquito, se fue normalizando el aforo, gracias a que el tema de la salud fue mejorando.
-¿Qué te genera hacer reir a los demás ?
Me genera una sensación única. Desde chiquito que quería llamar la atención. Bailaba, cantaba, y todo lo hacía buscando lo mismo que busco hoy al terminar un show: el aplauso.